La semana pasada, a unos meses de que inicie legalmente el proceso electoral de 2024, el dirigente estatal de Morena, Esteban Ramírez Zepeta, se pronunció porque la Fiscalía General del Estado verifique y notifique a los partidos de posibles candidatos que pudieran tener vínculos con la delincuencia organizada para que no sean postulados.
“La idea es que el siguiente proceso electoral no se torne violento o exista asesinato de candidatos o personajes políticos como ha ocurrido en el pasado”, dijo el líder morenista.
Sin embargo, en los últimos tres meses se han dado algunos hechos que han dejado malparadas a las autoridades municipales que fueron postuladas en los comicios locales de 2021 por su partido y sus aliados, el PVEM y el PT.
El 23 de diciembre pasado, por ejemplo, sicarios secuestró en una plaza comercial de Poza Rica al comandante de la policía municipal de El Espinal, José Luis Quinto Lorenzo. Su cadáver apareció desmembrado ocho días después, junto con una narco-manta que literalmente le advertía al alcalde Paulino Roberto Salinas Salgado, del Partido Verde: “Ahí les dejo una lacra más del supuesto R15 o Fernando Pérez Vega alias Pino como se le conoce encargado de secuestrar, extorsionar y cobrar piso a toda la gente de la sierra así como hizo a Pablo Portilla que después que lo apoyaba dándole dinero, lo secuestró para cobrarle una cantidad de dos millones de pesos y se escuda en que es político y empresario…(sic)”
E implicaban también con Pérez Vega al munícipe de Chumatlán, Ezequiel Espinoza Salazar, del Partido del Trabajo.
“Y tú Paulino Salinas sigue poniendo a su disposición a la policía municipal para que acabe igual que la mugre que te dejamos aquí”, le advertían al edil y líder ganadero de El Espinal. Pero, un mes después, el domingo 22 de enero, el R15 sería ejecutado junto con su familia en el puerto de Veracruz.
Hace una semana, tras un enfrentamiento con elementos de la Marina Armada de México, fue detenido en el sur de Veracruz el comandante de la policía municipal de Chinameca, Tolín Reyes Bonilla, quien… ¡lideraba a un grupo de secuestradores!
Ignacio Carvajal, un reportero muy bien informado, publicó en redes sociales que la alcaldesa morenista de Nanchital, Esmeralda Mora, resultó “salpicada por el escándalo del narcopolicía en Chinameca”, ya que su comandante Serafín Márquez Álvarez “fue el que acomodó a Tolín” con el alcalde Ramiro Alemán Valencia, postulado hace dos años por la alianza Morena-PT-PVEM.
Márquez Álvarez, según refirió el periodista, fue además el encargado en Cosoleacaque del Centro Estatal de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C-4), dependiente de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, el cual “había convertido en casino, donde el personal dormía, comía, bebía, jugaban baraja y toda clase de juegos de apuestas mientras la inseguridad campeaba”.
Y hace casi un mes, el sábado 18 de febrero, elementos de la SSP detuvieron en Córdoba al munícipe de Río Blanco, Ricardo Pérez García, de Morena, quien portaba ilegalmente armas de fuego, cartuchos y cargadores. Una semana después… ¡fue liberado!
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