Todavía no se tiene seguridad quien será el gobernador-a en el en el estado de Jalisco, el salir del propio coordinador nacional de MC, el exgobernador de Veracruz Dante Delgado y el candidato presidencial Jorge Álvarez Máynez a pedir a la presidenta electa Claudia Sheinbaum, al mandatario López Obrador y al líder de Morena Mario Delgado que reconozcan el triunfo de Pablo Lemus Navarro, es que saben que en las boletas y las actas desaparecidas los resultados son otros y favorecen a la aspirante de Morena Claudia Delgadillo González. Al final se lo dieron al MC.
Resulta muy extraño en esta cerrada disputa electoral, la ausencia del gobernador Enrique Alfaro que tenía otro candidato para la gubernatura y nunca estuvo de acuerdo con los acuerdos nacionales que tomaban los dirigentes y anunció su salida de las actividades políticas.
La otra candidata que postuló la alianza del PRIAN Laura Haro Ramírez, tuvo el mismo destino de esta coalición de Fuerza y Corazón por México, casi no figuró en los resultados. Al igual que Lemus Navarro fueron en su tiempo locutores de radio. Los tres nacieron en Guadalajara.
En caso de perder Jalisco MC y la crítica situación que confronta en Nuevo León donde perdieron sus candidatos, el partido naranja se quedaría sin la fuerza política que tenía antes de estas elecciones a pesar de estar arriba del PRI en varias entidades. Afortunadamente se quedaron con el estado de Jalisco.
De acuerdo a estos resultados de las pasadas elecciones federales y del legislativo del estado de Veracruz, se llega a la conclusión que se vive el final del clan de los Yunes Linares-Márquez en la entidad.
Se puso en riesgo que en las próximas elecciones municipales pierdan su patrimonio familiar de la zona conurbada del puerto de Veracruz y Boca del Río. Morena sólo como partido los superó ampliamente a la coalición del PAN del que se sienten dueños con lo que le queda al PRI y la desaparición del PRD.
Lo grave es que no hay una oposición en la entidad con valores y los jóvenes rechazan de manera automática al otrora poderoso partido tricolor.
Los panistas que se mantienen como segunda fuerza también requieren de un cambio radical la era de los Yunes azules se encuentra en la historia del basurero.
Para nada es conveniente para la democracia en Veracruz la hegemonía de un partido político. Se vivió con el PRI durante muchas décadas y cada vez le fue peor a los veracruzanos.
Lo ocurrido al PRD es lamentable, cuando lo fundaron el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo y se les unió el veracruzano Heberto Castillo con el PMT, fue el único partido político que le disputó al PRI seriamente las elecciones y el tricolor tuvo que aliarse con el PAN para realizar los fraudes que se cometieron.
En Veracruz la aplanadora tricolor perdió las plazas más importantes de Xalapa y Coatzacoalcos, entre otros importantes municipios. El activista tabasqueño Andrés Manuel López obrador fue su dirigente nacional y el Sol Azteca brillo intensamente, fueron sus mejores años, llegaron las tribus de los Chuchos y la ambición de poder y la corrupción del dinero acabaron con el primer partido que representaba la izquierda en nuestro país.
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