La corona de espinas

¿Cómo está usted?

   Afectuosamente lo invito a nuestras reuniones Dominicales a las 11.30 a.m. o 6.30 p.m. en la Iglesia Cristiana Bíblica AGAPE de La Llave 1002 casi esquina Aldama.

   En éstos dias  en todos los medios de información impresa y televisiva han aparecido dos personajes que son los máximos líderes de sus respectivas iglesias: el papa romano y el patriarca ruso.

  Si ha puesto atención a las coronas que ambos ostentan notará fácilmente que son de oro con incrustaciones de joyas que les dan un valor enorme en euros.

  No deseo referirme a ambas coronas si no a otras dos coronas mucho más importantes

  ¿Me permite?

   No sé si lo sepa pero El Señor JESUCRISTO Es El Creador de todo El Universo (Juan 1:1-3 y Colosenses 1:12-17)

   El Es por tanto El Dueño del oro y la plata y de todas las riquezas que existen (Haggeo 2:8 y Salmo 50:9-14)

  El no necesita de nada ni de nadie y mucho menos de nosotros los frágiles, pecadores, insignificantes  e indefensos seres humanos.

  No obstante, al ver nuestra condición no solo de debilidad  sino de dolor, miseria espiritual, sufrimiento, pecado y condenación eterna, nos amó con Amor Perfecto y Eterno al grado de renunciar a  Su riqueza y gloria celestiales para hacerse no sólo humano sino pobre económicamente viniendo a nacer en un pueblecillo entre animales en un ambiente insalubre y sucio.

   Cuando estuvo aquí por espacio de unos 33 años así vivó: en humildad, con pobres ropas y sandalias, caminando por los polvorientos pueblos de Palestina para llevar El Evangelio de La Salvación a los perdidos.

   Nunca  poseyó algo de valor material. En una ocasión un hombre le preguntó: “Señor: ¿dónde vives? Y El le respondió: “Las zorras del campo tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos pero Yo no tengo donde reclinar Mi Cabeza” (Mateo 8:19-20)

    Así, precisamente así, vivió El Creador y Dueño de todo El Universo.

  ¿Qué le parece, lector amable?

   Pero ése Amor por la Humanidad no se quedó en simples palabritas para impresionar a quienes lo oyeran sino que lo demostró en la forma más grande y al mismo tiempo atroz, cruel e inmerecida: se entregó a Sus enemigos judíos y romanos para ser azotado, escupido, golpeado a latigazos y finalmente despiadadamente crucificado.

   Pero antes de ir al Calvario, mientras sufría las burlas y el tormento sádico de Sus enemigos, El, léame bien: El fue coronado con espinas que los crueles soldados romanos tejieron en son de burla. Espinas no sólo dolorosísimas sino insignificantes en su precio (Mateo 27:24-31)

   ¡Así fue coronado Aquel que sólo había hecho bien sanando enfermos, resucitando muertos echando demonios y predicando Palabras de Amor como nadie había hecho!

  ¿Y sabe qué,? ¡Todo fue por Su Infinito Amor a usted y a mí!

  ¡Es  a ésa corona de espinas que quería referirme, mi amigo y amiga!

  Así se entregó en la cruz del Calvario teniendo todo El Poder y a millones de ángeles para librarse por demostrarle a usted Su Amor Verdadero y Eterno (Mateo 26:48-54).

   Pero un día no muy lejano El volverá teniendo sobre Sus Sagradas y Benditas Sienes otra Corona que le identificará como lo que Es: ¡El Rey de reyes y Señor de señores! (Apocalipsis 19:11-16)

    Aquel que apareció en éste planeta débil, frágil y  manso, regresará con todo Poder para guerrear y vencer a  Sus enemigos, desde satanás hasta el último de los pecadores, en la batalla de Armagedón y entonces establecerá Su Reino Milenial!

   ¿Le digo algo? Aquí no cabe la neutralidad: o está con El o está contra El. O está entre los que le coronaron con espinas o los que le adoraremos Coronado de gloria.

  Para los primeros habrá sufrimiento y condenación perpetuas y para los que le reciban es sus corazones Vida y Gozo eternos.

  Ahora que se enteró de esto le pregunto urgentemente: ¿Qué va a hacer usted? ¿Insistirá en luchar contra El o le rendirá humildemente su corazón?

  No olvide que ambas coronas: la de oprobio y la de gloria, las recibió exclusivamente por Amor a usted.

  Me despido con éstas Palabras Sagradas de  éste Precioso Cordero de Dios que quita el pecado del mundo: “Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a Su Hijo Unigénito para que todo aquél que en El crea no se pierda sino tenga Vida Eterna” (Juan 1:29 y 3:16)

   Visíteme en Temas Bíblicos Pastor Sedas por Youtube: ¡Le edificará!

   Gustosamente lo atenderé en el 921-268-4419

  ¡Que Dios lo bendiga mucho!