Fue el pasado 20 de mayo, cuando la locura, sumada a la ignorancia se desbordo. El “flamante” Gobernador de Veracruz Cuitláhuac García Jiménez cumplió su amenaza y se plantó a las afueras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para protestar -según el- por los abusos de dicho poder y así sin justificación alguna, ni razones de peso, con ataúdes y rostros que simulaban ser los ministros, entre ellos, la ministra presidenta, el mandatario no solo liberó su verdadero rostro violento, sino que reflejó el odio y el enloquecimiento que hoy le caracterizan.
Acá en Ciudad de México, el escenario fue severamente reprobado por quienes no daban crédito al cumulo de ataúdes ahí instalados, mientras Cuitláhuac se lanzaba contra los ministros. En tanto el secretario de gobierno de aquella entidad, Eric Cisneros cargaba el “ataúd de Norma Piña”. todos ellos ahí felices -menos los empleados que denunciaron ser obligados para asistir- se regocijaban de lo que ocurría.
Era un escenario donde el gobernante y sus aliados, prácticamente exponían el placer de exhibir la muerte de la ministra presidenta. Aquel escenario fue terrible y una vez más Cuitláhuac se excedió y cuando se le preguntó días después si se disculparía, el claramente dijo que no, porque no había ofendido, ni agredido a nadie y la ministra tampoco se lo había solicitado.
La justificación básica de Cuitláhuac fue que, los ataúdes con la imagen y nombre -entre otros- de la magistrada presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña, durante la concentración acá en Ciudad de México, se usó con “sentido figurado”.
“Hay un sentido figurado, pero algunos no quieren revisar la historia de algunas manifestaciones que se hacen, es sentido figurado para decir que se acabó este sistema y no lo han querido recordar. En las mismas protestas del PAN se muestran ataúdes de los mismos sistemas que han criticado. El PRD usó ese sentido figurado para decir que se acabó el IFE”.
Y una vez más, culpo de sus errores a los medios de comunicación, quienes, según él, buscan manipular y no decir el sentido real de la manifestación, que, según él, buscaba mostrar la muerte de una Suprema Corte que no busca los intereses del pueblo, sino de los poderosos.
Lo correcto sería que a Cuitláhuac Gracia se le inicie un juicio político y la fiscalía investigue los hechos, donde los morenistas veracruzanos invitaron a la violencia y a exhibir el deseo por ver en ataúdes a los ministros de la Suprema Corte ¡terrible el escenario de un gobernante totalmente perdido en el poder y los excesos!.
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