Este lunes 30 de septiembre concluye oficialmente el sexenio del presidente López Obrador. Un día después, Claudia Sheinbaum rendirá protesta como la mandataria número 66 del país; será la primera mujer en ocupar la Presidencia de la República.
A juzgar por la integración del próximo gabinete, no se anticipa un cambio drástico en las políticas públicas de México durante los próximos años, ni en las prioridades del gasto ni en la recaudación. Sin embargo, es un hecho que los programas sociales se mantendrán durante la siguiente administración federal.
Por su formación en ciencias ambientales, es probable que la presidenta Sheinbaum impulse políticas que prioricen el desarrollo sostenible y la transición hacia energías renovables. Su experiencia en la Ciudad de México sugiere un enfoque pragmático en la gestión urbana, la movilidad y la reducción de la desigualdad.
Además, se espera que la defensa de los derechos humanos y el fortalecimiento de los programas sociales sean ejes centrales de su gobierno; y que busque atender las necesidades de los sectores más vulnerables.
La coordinación entre niveles de gobierno y la colaboración con la sociedad civil podrían ser clave en su estrategia para enfrentar desafíos como la seguridad y el cambio climático.
Durante la etapa de campañas políticas, fue evidente el interés de la candidata presidencial de la 4T en Veracruz, así como su buena relación con la abanderada a la gubernatura del estado, Rocío Nahle. El relevo en el gobierno federal, con la llegada de Sheinbaum a la Presidencia y de Nahle a la gubernatura, sugiere un reacomodo en la administración pública.
Tanto la próxima presidenta de la República como la siguiente gobernadora de Veracruz han nombrado a la mayoría de los integrantes de sus respectivos gabinetes. En el caso de Sheinbaum, los secretarios y subsecretarios asumirán sus funciones de inmediato, y en cascada se realizarán los nombramientos de espacios menores: direcciones, subdirecciones y delegaciones estatales.
En Veracruz, ya han circulado nombres de aspirantes a cargos de representación del Gobierno Federal en la entidad, como el diputado Juan Javier Gómez Cazarín, presidente de la Junta de Coordinación Política en el Congreso local, quien podría asumir un la delegación de la Secretaría de Bienestar.
También se menciona a la diputada local Anilú Ingram Vallines, quien renunció al PRI para unirse a la 4T, a través del Partido Verde, en apoyo a la candidatura de Claudia Sheinbaum.
La lista de posiciones para veracruzanos en la siguiente administración federal incluirá al menos una docena de nombres, aunque no todos los espacios revisten la misma importancia ni tendrán los mismos reflectores.
Lo cierto es que en la clase política morenista prevalece el nerviosismo, ya que las fechas para colocarse en el siguiente gobierno están por concluir. Una vez definidos los cargos importantes, solo quedarán espacios de menor relevancia o, en el peor de los casos, pequeñas oficinas burocráticas.
@luisromero85
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