¿Cómo está usted?
Afectuosamente lo invito a que nos acompañe a nuestras reuniones Dominicales ea las 11.30 o 6.30 en la Iglesia AGAPE ubicada en La Llave 1002 casi esquina con Aldama. Me dará mucho gusto recibirlo.
Hay en el jardín de nuestra amada Iglesia Agape un arbolito muy especial: un Residón. Hace meses lo sembré y ha soportado lluvias, vientos e intensas sequías.
Proviene de Arabia y lo que hace a éste arbolito algo muy especial es el delicado aroma que sus flores emiten. Es una fragancia tan exquisita que la gente se detiene a olerlo y deleitarse con él y hasta he visto cómo algunos le cortan ramitos. ¡De veras que es un placer disfrutar su tenue perfume!
También tiene propiedades curativas como eficaz antiséptico, analgésico en casos de reuma y hasta se ha usado contra la lepra. ¡Imagínese!
Así este sencillo espécimen nos alegra a todos los que estamos o pasamos por ahí perfumando la calle con su aroma al alcance de todos pues es gratuito.
Este árbol fue creado en el Día Tercero así que su abuelo y precursor fue hecho por Dios antes que los seres humanos pobláramos el planeta. (Génesis 1:9-13).
¡Qué ilustre me resulta entonces éste bienhechor huésped de nuestro jardín!
A veces me pregunto cuántas plantas con aromas preciosos habrá por ahí y cuántas tendrán propiedades curativas asombrosas e insospechadas que todavía no se han descubierto.
Quizá la cura de enfermedades mortales esté por ahí, al alcance de nuestras manos, en algún arriate de barrio sin ser conocida todavía.
Todo lo que Dios creó es bueno y obedece a un Plan y uso específico señalado por Su Sabio y Amoroso Designio.
Aún plantas que el hombre ha pervertido en su uso como la mariguana, la coca, amapola, el toloache y otras fueron creadas para el bien y del mal uso que hemos hecho de ellas Dios no tiene culpa alguna.
Seguramente usted sabe que muchas especies de animales se están extinguiendo o ya se extinguieron pero lo que quizá no sepa es que muchos vegetales ya están en la misma situación.
Piense qué sería de la Humanidad si las plantas medicinales desaparecieran así como otras que por su belleza y efecto purificador del aire nos son tan importantes. ¿Puede imaginarse qué terrible sería?
Pero también pensé en otro árbol muy especial que en medio del Huerto del Edén estuvo y convivió con Adán y Eva: El Arbol de La Vida (Génesis 2:9) Este árbol estuvo ahí a su alcance mas ellos prefirieron comer del fruto del árbol prohibido que por cierto no era manzana.
Este Arbol de La Vida, amable lector, era un Símbolo de nuestro Señor JESUCRISTO Quien Es El Autor y Dador de La Vida y lo vemos reaparecer majestuosamente en el final de La Biblia: Apocalipsis 22:2.
JESUCRISTO, mi amigo y amiga, al igual que el árbol de Residón, está al alcance de todos pues, como El dijo: “Al que a Mí viene Yo no lo echo fuera” y Su delicada Fragancia Divina perfuma todo el planeta (Juan 6:37).
Nadie en toda la Historia puede decir sin mentir que El Señor lo ha rechazado o ignorado pues El dijo que no despreciaría a nadie que fuera a buscarlo ofreciéndole garantizadamente Su Preciosa Ayuda.
Somos millones los que en El hemos encontrado La Salud espiritual y emocional que con tanto afán y desesperación habíamos buscado inútilmente en otros medios. Millones también hemos hallado en El la salud física a males que de otra manera nos hubieran llevado a la muerte.
Es maravilloso cómo es tan fácil llegar a Jesús pues El realmente está más cerca que el aire que respiramos. El Apóstol Pablo dijo así: “Ciertamente El Señor no Está lejos de cada uno de nosotros” (Hechos 17:27).
¿Por qué no viene usted también a éste Precioso Arbol que El Señor Es? El lo está esperando y al Amparo de Su Sombra y Fragancia Preciosa y Sanadora hallará El Perdón de sus pecados y La Vida Eterna.
Oro por que usted no lo haga esperar más y acepte ésa Invitación sin igual.
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