¿Cómo está usted?
Si me está leyendo es porque Dios prolongó sobre usted Su Misericordia así que ¡Un abrazo fracturante y mil felicidades!
Hace 3500 años en un lugar llamado Cades-barnea, en los límites de Canaan, Moisés envió a doce hombres a espiar La Tierra Prometida para saber cómo era. Uno por cada tribu de Israel. Allá estuvieron 40 días examinando tierra y pobladores y regresaron con éste informe que quisiera compartirle brevemente, mi amable lector:
Diez de ellos hablaron totalmente desalentados pues sólo vieron gigantes y que la tierra se comía a la gente y sin duda, dijeron, serían derrotados por ellos.
Solamente dos, Josué y Caleb, ofrecieron un panorama distinto pues ellos sólo vieron racimos enormes de uvas que tenían que ser cargados entre dos personas y además vieron que la tierra realmente fluía leche y miel por lo fértil y exuberante que era.
Dijeron entusiasmados: “¡Subamos y poseámosla pues más podremos nosotros que ellos!” (Núm. 13:31)
Lamentablemente el informe de los diez que eran mayoría prevaleció y fueron contagiados de temor y desaliento.
El Señor, como reprensión por su falta de fé pues ya les había prometido que entrarían a ésa tierra que hoy es Israel, los tuvo errantes cuarenta años en el desierto hasta que murieron todos los que dudaron de El de manera que de los que salieron de la esclavitud egipcia mayores de 20 años sólo Josué y Caleb entraron por su profunda y firme fé en Dios y en Sus Promesas (Números 13 y 14).
Del mismo modo, mi amigo y amiga, estamos en el lindero de un año nuevo que nos ofrece una expectativa muy funesta y derrotista. Cada uno de nosotros, a semejanza de los doce hebreos mencionados, se asoma a atisbar e inspeccionar cómo será.
Muchos, ya lo sé, sólo verán desempleo, carestía, hambruna, crimen, desastres ecológicos y aflicciones y así atemorizados de antemano estarán derrotados en lo que emprendan incluyendo sus empleos y hogares.
Felízmente habrá otros, una absoluta minoría, que no veremos los problemas ni los enemigos por imponentes que luzcan, sino que mantendremos nuestra mirada fija en Dios Quien indudablemente nos ayudará a vencer toda clase de obstáculos y adversidades que se presenten aunque parezcan invencibles.
Cuando el Rey David era un jovencito pastor se enfrentó a Goliath, el gigante filisteo y le gritó así: “Tú vienes contra mí con lanza, jabalina y escudo pero yo voy contra tí en El Nombre de Jehová de los Ejércitos”. Una sóla piedra que le lanzó con su honda bastó para derribarlo y con su propia espada decapitarlo ( I de Samuel 17).
Del mismo modo, ruegue al Señor JESUCRISTO que le mantenga la mirada puesta en El y no se intimide ni impresione por nada ni nadie: éste año 2024 viene contra usted con sus amenazas de crisis económica, moral y delictiva pero usted vaya a él en El Nombre de Jehová de los Ejércitos y verá cómo triunfará en todo lo que emprenda.
Imite a Josué y Caleb y no se acobarde ante nada: quite su vista de los problemas y vea sólo a Dios y a las oportunidades que El le dará para salir adelante pues nuestra confianza no debe estar depositada en los hombres, gobiernos ni partidos políticos sino exclusivamente en El.
Me despido con éstas palabras que espero se aniden en su corazón por la fé cada día de su vida: “En Dios haremos proezas y El hollará a nuestros enemigos” (Salmo 108:13)
¡Tome firmemente La Mano del Señor y confiadamente viva éste Año Nuevo y todos los días de su vida!
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