Vecina de Minatitlán estafó a 70 personas con más de medio millón de pesos | VIDEO

Más de medio millón de pesos, es el monto con el que presuntamente una vecina de Minatitlán habría timado a un promedio de 70 personas, de las que, pidió préstamos vía nómina, en grupos de casas financieras y de manera personal.

En el caso de Pablo Balderrama Pérez, dijo que conoció a la probable responsable identificada como Vianney N, hace más de un año, cuando él se dedicaba a la instalación de internet, siendo en la colonia Cuauhtémoc, sector en el que tuvo el primer acercamiento con la mujer.

Señaló que tras hacer una buena amistad con la mujer, ésta le solicitó un préstamo de 600 pesos, dinero que al poco tiempo devolvió íntegramente.

“La señora me pidió que le formara grupos para Compartamos, Provindent, entre otras financieras, lamentablemente la señora quedó mal, los usó como prestanombres, poco a poco fue quedando mal con cada una de las personas”.

Denunció Balderrama que poco antes de quedar en evidencia el probable fraude, la mujer le solicitó 15 mil pesos para conseguirle mercancía de abarrotes para comercializar, sin recibir ahora ni el producto ni la devolución del efectivo.

“La señora estafó a más de 70 personas, incluyendo a inválidos, ancianos, personas adultas y pensionadas; madres solteras; hay jóvenes a los que estafó con créditos”, acotó Pablo Balderrama.

“Estamos hablando de medio millón o más, es lo que se ha quedado la señora, es muy indignante lo que está pasando”, agregó la probable víctima.

Aunque han intentado ponerse en contacto con Vianney N, toda estrategia ha fracasado, quedando el antecedente que la mujer muy probablemente es resguardada por sus familiares en la colonia J. Aldana.

“Se la ha escrito a la señora para que se haga responsable de lo que pasó, y la señora en vez de dar una buena respuesta, amenaza. Incluso a mí me ha amenazado, diciendo que en la calle me puede pasar cualquier cosa, yo la responsabilizó de lo que me pueda pasar”, sentenció.

Justificó que muchos de los probables afectados desisten de la posibilidad de señalar o denunciar por temor a represalias, aunque otro grupo se arriesga a poner en alerta a la población para apostar a un freno al tema que dejaría a nuevos y más afectados.