Cada mañana, hasta ocho grupos de peregrinos atraviesan la Costera del Golfo en su camino con dirección a la Basílica de Guadalupe, cumpliendo promesas por favores recibidos o la recuperación de algún ser querido.
Provenientes principalmente de Yucatan, Quintana Roo y Campeche, hombres y mujeres, en su mayoría jóvenes, recorren largas distancias portando antorchas que simbolizan su fe.
Los caminantes, organizados en relevos, entregan las antorchas a otros compañeros cuando el cansancio los obliga a subir a los vehículos de apoyo que los acompañan.
Pese al desgaste físico, muchos llegan a las zonas de descanso con heridas en las plantas de los pies, que son atendidas en puntos improvisados por voluntarios o el personal que los auxilia en su trayecto.
El flujo constante de peregrinos en esta ruta se ha convertido en una tradición durante las semanas previas al 12 de diciembre, fecha en que se celebra a la Virgen de Guadalupe.
Aunque la mayoría proviene del sureste mexicano, el fenómeno congrega también a familias completas de diversas regiones, como de Las Choapas y Agua Dulce quienes consideran este recorrido una muestra de agradecimiento o devoción.
Las autoridades municipales han reiterado su llamado a los peregrinos para extremar precauciones debido al tráfico en las carreteras y las condiciones climáticas variables.
Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto | Aviso de Privacidad
Reservados todos los derechos 2024 |