Dado a presuntas anomalías señaladas por Paulina Jiménez Hernández, madre de familia de la escuela secundaria técnica 116 de Zaragoza y la que a su vez se empleaba en la cooperativa del plantel, fue suspendida por su jefe directo ante presuntas presiones del titular del instituto por las acusaciones de la ciudadana.
“El director me dijo que no tuvo nada qué ver en el despido, pero mi patrón me dijo que tenía que despedirme o sino le quitaban la plaza, no se me hace justo”, expuso la inconforme.
Reconoció tener temor por represalias a la denuncia pública, sin embargo, al sentir que está alzando la voz por una causa justa, decidió continuar con las quejas.
“La semana pasada hubo una kermes en la que muchos niños no comieron, yo quise hablar con la sociedad de padres de familia, para que se regresara el dinero, pero me respondieron que no sabían nada, ellos fueron con el director (sociedad de padres) y al siguiente día me mandó a llamar mi patrón, y me dijo que el director no me quería ver trabajando en esa institución, porque yo de todo me quejo”.
Para Jiménez Hernández, su ex jefe prácticamente fue condicionado para tomar una decisión, optando por cuidar sus intereses y dar las gracias a la también madre de familia, quien fuera encargada de la elaboración de alimentos.
“Yo me ponía a hacer las tortillas, ayudaba con las tortas, estuve un año y dos meses”, detalló la dama luego de confirmar que recibió un finiquito bajo lo que considera fue un despido injustificado bajo un condicionamiento.
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