Los estudiantes continúan optando por los uniformes escolares tradicionales, sin manifestar interés en alternativas inclusivas hasta el momento. De acuerdo con comerciantes especializados en la venta de uniformes en el municipio, no se han presentado casos de jóvenes solicitando uniformes de acuerdo a ideologías de género.
Aunque se ha discutido ampliamente que el uso de pantalones puede ser más cómodo para las jovencitas debido a la movilidad que brindan, tampoco han registrado solicitudes de chicas pidiendo pantalones, lo que está protegido por la ley como parte de sus derechos elementales.
En cuanto a modificaciones de uniformes, solo se han solicitado dos adaptaciones para estudiantes embarazadas, en estos casos se trataron de estudiante del Centro de Estudios Científicos del Mar (CETMAR).
Las autoridades escolares han sido claras en mantener el uso de uniformes tradicionales, aunque por medio de la ley, los jóvenes podrían ampararse para utilizar el uniforme que consideren más adecuado a sus gustos.
Las escuelas de educación básica y media superior han sido muy claras en sus reglamentos internos, los cuales son firmados por alumnos, así como padres o tutores, al comienzo de cada ciclo escolar para que no haya dudas al respecto.
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