Una preocupante sequía azota al municipio de Las Choapas, llevando a la mortandad de decenas de cabezas de ganado y dejando a los agricultores luchando por sobrevivir en medio de condiciones extremadamente adversas.
El municipio, conocido en su fundación por su abundancia de agua, ahora se enfrenta a una situación desoladora donde los ríos y arroyos han desaparecido, dejando tierras agrietadas como ‘testigos’ silenciosos de la crisis hídrica que enfrenta la región.
Los efectos de la sequía se observan desde el horizonte, las montañas y las extensiones de vegetación son de calor café, demostrando lo poderos rayos solares que las quemó; en los potreros, el ganado busca desesperadamente agua y pasto, muchos de estos murieron ante la falta del recursos natural o fracturadas de las patas en las fangosas tierras.
En medio de este panorama desolador, los ganaderos se enfrentan a pérdidas significativas, sin el respaldo de apoyos gubernamentales al eliminarse los apoyos de semillas e implementos agrícolas.
Los productores tristes y desesperados, reconocieron que actualmente no están en proceso de engorda de sus animales, ahora solo intentan que su hato intente sobrevivir esta temporada de sequia, para no perder el único patrimonio de sus familias.
A más de 90 kilómetros de la cabecera municipal, en comunidades como San Miguel Allende, El Naranjo, Los Aztecas y López Huitron, la desaparición de arroyos ha dejado expuestas las piedras, demostrando la cruda realidad que enfrentan los habitantes de la zona rural, pero también urbana.
El hato en ocasiones “berrea”, emiten sonidos lastimosos y prolongados, dicen los hijos de los productores que es similar como si fuera el llanto de sus animales que anticipan su muerte, los ranchos se convirtieron en cementerios de animales, donde terminan sin aliento y al paso de las semanas solo un bulto de huesos queda en el pasto seco.
Las Choapas enfrenta una crisis sin precedentes, donde la falta de agua y recursos agrava la situación ya precaria de muchos habitantes, mientras tanto, la incertidumbre se apodera de los ganaderos y agricultores, quienes luchan día a día por no perder lo poco que tienen en medio de una de las peores sequías registradas en la región sur del estado de Veracruz.
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