Los eventos del ‘Norte’ acabaron con la zona de restaurantes de la playa Las Palmitas, al arrastrar al menos una veintena de palapas en las costas de Agua Dulce.
El covid-19 que provocó el aislamiento social, mantuvo sin ninguna actividad a los prestadores de servicio de marzo a octubre, pero en el mes de noviembre los fenómenos hidrometeorológicos sepultaron a éste sector productivo al acabar con toda la infraestructura comercial.
Los comerciantes, refirieron que el nivel de la marea es cada vez más inestable, por ejemplo, durante ésta temporada, el mar invadió 8 metros de playa, por lo que no pueden ni siquiera rehabilitar sus puestos, ya que el oleaje sigue erosionando las bases de sus inmuebles.
Con toda su fuerza el Golfo de México ‘arrancó’ los pesados troncos que sostenían los tejados, llevándose en una noche incluso las sillas y mesas, para luego ser arrojadas a la playa.
Incluso, las bardas que servían como barrera artificial para proteger los restaurantes, fueron vencidos por el fuerte oleaje, por lo que ahora lucen inclinadas y no se descarta que finalmente quedaran debajo de la arena.
Más de una docena de prestadores de servicio, consideran que tienen un escenario adverso al no contar con los recursos para rehabilitar sus negocios, por lo que aseguran que posiblemente el próximo año tengan que recurrir a un crédito aunque eso represente endeudarse.
Lamentaron que uno de los principales centros turísticos del municipio se encuentre devastado y sin ninguna posibilidad de reactivación económica, debido que los modelos de pronósticos advierten que el mal clima prevalecerá.
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