El municipio hidrómilo fue impactado con toda su fuerza por Frente Frío Número 8, ocasionando el desbordamiento del río Agua Dulce, inundando 22 colonias y afectando de manera directa a 3 mil 500 familias.
Las lluvias torrenciales se mantuvieron por más de 30 horas, superando los 250 milímetros de precipitación, lo cual es superior al promedio anual de 50 a 120 milímetros en esta localidad.
Las condiciones climáticas empeoraron por lo que a la 1:00 de la madrugada de este jueves, el río Agua Dulce comenzó a desbordarse en las áreas de menor altitud, afectando a las colonias Puebla, Pajaral, El Centro, Artículo 123 y posteriormente, Cuatro Caminos.
Los pobladores de estas zonas tuvieron que evacuar sus hogares, ya que el agua también se filtraba a través de los colectores pluviales, que resultaron insuficientes para contener el volumen de precipitaciones.
El recuerdo de la inundación ocurrida el 28 de septiembre de 2000 se hizo presente, al comparar los niveles actuales del agua con los de esa histórica inundación ocurrida hace más de dos décadas.
La situación se tornó aún más crítica alrededor de las 10:00 de la mañana, cuando las precipitaciones cesaron temporalmente, permitiendo que las familias pudieran salir de sus casas para dirigirse a las tiendas en busca de alimentos y suministros básicos.
No obstante, la amarga experiencia de los saqueos ocurridos en enero de 2017 llevó a muchas tiendas departamentales y de conveniencia a cerrar sus puertas y permitir solo un acceso controlado, lo que resultó en largas filas bajo la lluvia.
Los precios de algunos productos, como los paraguas, aumentaron significativamente debido a la creciente demanda, por lo que pasaron de 50 a 100 pesos.
Ante esta contingencia mayor, las autoridades locales, junto al Ejército Mexicano, la Marina, Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito del Estado, desplegaron un operativo de evacuación para garantizar la seguridad de los ciudadanos.
El sistema DIF, la Secretaría de Salud y la Cruz Roja se encontraban atendiendo a las personas que acudieron a los tres albergues para proveerles alimentos, ropa de cama y medicamentos a las familias evacuadas desde las primeras horas de la madrugada.
Como parte de los esquemas de seguridad se realiza recorridos constantes en zonas inundadas para prevenir robos en las viviendas afectadas, con el fin de mantener la seguridad en medio de esta crisis.
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