Con la llegada de la primavera, los jardines de niños de la ciudad se preparan para el tradicional desfile en el que los pequeños lucen disfraces alusivos a la temporada. Mariposas, abejas, flores y demás representaciones primaverales llenan de color las calles, pero detrás de esta tradición se esconde un gasto significativo para los padres de familia.
El costo de los disfraces varía dependiendo de su diseño, calidad de materiales y si se adquieren ya hechos o se mandan confeccionar a la medida. De acuerdo con estimaciones, los precios oscilan entre los 300 y 800 pesos por un solo traje, el cual, en la mayoría de los casos, es utilizado únicamente en esta ocasión.
Además del desfile, algunos jardines de niños eligen a un Rey y Reina de la Primavera, lo que representa un gasto aún mayor. Para estos pequeños protagonistas, los vestidos y trajes pueden llegar a costar entre mil y mil 500 pesos, especialmente en el caso de las niñas, cuyos atuendos suelen ser más elaborados e incluyen accesorios como coronas y cetros.
A este desembolso se suma la decoración de vehículos, remolques adornados con flores y telas, plantas de luz, música y demás elementos que hacen del evento un espectáculo llamativo. Sin embargo, en un contexto donde la economía de muchas familias en Agua Dulce se encuentra en un estado delicado, este tipo de celebraciones representa un reto financiero.
Algunos padres optan por reutilizar disfraces de años anteriores o buscar alternativas más económicas, mientras que otros consideran estos gastos como una inversión en la experiencia y felicidad de sus hijos.
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