Debido a la presencia de nidos de cocodrilo de la especie moreletii en áreas urbanas de Agua Dulce, la posibilidad de ataques a personas ha generado la atención de las autoridades municipales.
Las zonas de posibles riesgos se localizan a lo largo de la ribera del río Agua Dulce y el arroyo El Burro, áreas densamente habitadas y cercanas a cuerpos de agua donde se han localizado los nidos.
Por esos motivos, la dirección de Ecología y Medio Ambiente convocó una primera reunión de coordinación para diseñar un plan de manejo de emergencia por cocodrilos.
Durante el encuentro, se impartió un taller dirigido al personal de las unidades de Protección Civil de los municipios sureños, con el objetivo de capacitarlos sobre cómo proceder ante un ataque de cocodrilo y el manejo seguro de esta especie protegida.
Al respecto, el ecólogo José Oliveros González Torres, funcionario responsable de la mencionada dirección, señaló la importancia de que humanos y cocodrilos aprendan a coexistir en estas zonas, destacando que el objetivo es minimizar el riesgo a través de un manejo adecuado.
También, informó que se ha realizado un censo de los nidos, no solo en los litorales, sino también en esteros y lagunas cercanas, con el fin de contar con información precisa para tomar decisiones.
El funcionario enfatizó que uno de los principales desafíos es la falta de conciencia entre la población sobre los riesgos de invadir el hábitat natural de los cocodrilos, lo que incrementa las probabilidades de encuentros peligrosos.
Por esa razón, es necesario concientizar a la población en caso de avistar a un cocodrilo y qué medidas preventivas tomar para evitar algunos incidentes.
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