Estación migratoria de Acayucan, una bomba de tiempo

La estación migratoria de Acayucan y todas donde se tienen retenidos a migrantes, se encuentran en un alto nivel de vulnerabilidad por la migración que ha empezado a recibir la República Mexicana, principalmente de países como el Salvador y Venezuela que vienen dispuestos a morir con tal de evitar su deportación, dijo el defensor de los derechos humanos y migrantes en Acayucan, José Luis Reyes Farias.

Expuso que urge una revisión de los procedimientos de estancia de migrantes para verificar qué migrantes son de alta peligrosidad que no aceptarían una deportación, como fue el caso de Ciudad Juárez, Chihuahua, donde murieron 41 extranjeros luego de incendiar sus colchonetas para evitar ser deportados. 

Expuso que de todas las estaciones migratorias existentes en el país, el de Acayucan es de mayor riesgo porque recibe a extranjeros que son detenidos en toda la región. En promedio, dijo, ingresan unos cien pero, por las medidas ha tomado el departamento jurídico del Instituto Nacional de Migración, no se puede haber de que esté saturado, pues a diario son liberados varios de ellos.

En entrevista con Imagen del golfo, José Luis Reyes Farias expuso que también hay que revisar el procedimiento que realiza Migración en el país, para evitar que los detenidos sean extorsionados.

“Tenemos una autoridad que ha instruido a sus agentes a sobornar, a extorsionar a negociar con los migrantes, el migrante que paga su salida de la estación migratoria, está libre y el que no, está internado o deportado” dijo.

“Esa gente si los amenazas con deportar, van a matar sin duda, si hay un altísimo riesgo en particular la de Acayucan, donde se alberga la mayor cantidad de migrantes” comentó.

Y es que, afirmó, a México han empezado a ingresar extranjeros de grupos de pandillas que son perseguidos en El Salvador y Venezuela, lo que pone en riesgo la estabilidad de las estaciones migratorias.

En la estación de Acayucan, dijo, no ha habido conatos, ha existido incendios reales, enfrentamientos entre la población interna con custodios o a través de grupos que buscan controlar en el interior de ese centro de detención.