Víctor Manuel Hernández Barahona, un hombre de nacionalidad hondureña, ha sido adoptado por la zona sur desde hace siete meses cuando decidió llegar a Minatitlán acompañado de Enrique, su hijo de 6 años del que asegura la madre de este los abandonó cuando fueron deportados de los Estados Unidos.
Hoy, el sueño del hombre es que el pequeño reciba estudios y la formación académica que le permita salir adelante y no correr la suerte que hoy viven, por lo que un trabajo al volante sería la mejor ayuda en estos instantes.
Según Víctor Manuel, durante los últimos 35 años estuvo viviendo de manera intermitente en el extranjero y en Tijuana, Baja California hasta que conoció a la madre del niño que hoy está bajo su custodia, mujer de origen mexicano radicada en el norte del país.
Fue por un accidente vial que terminó siendo deportado de Estados Unidos a su natal Honduras junto a la mexicana. Que posteriormente llegaron a Monterrey, Nuevo León, de donde es originaria la fémina, en medio de una serie de problemas personales que la llevó al abandono.
"Vendo chicles en el Bulevar, y me da pena porque hay gente muy noble como los taxis y los urbanos que me ayudan; pero los carros particulares me humillan. Yo solo quiero una oportunidad de trabajar.
Yo manejo unidades pesadas; soy diseñador de casas, soy un profesional. También soy cocinero y pongo todo tipo de losas".
Víctor Manuel recorre el Bulevar Instituto Tecnológico en la esquina con la avenida Berlín de la colonia Nueva Mina ofreciendo golosinas, acompañado siempre del pequeño “Kike” menor que hoy día cursa el tercer año de kínder.
"Solo estoy yo con mi niño no tenemos a nadie y por eso trabajo en un crucero si yo tuviera quien me cuida a mi bebé yo busco otro trabajo. Mucha gente también me dice eso, pero solamente nos tenemos a nosotros".
Pidiendo “el aventón”, viajaron desde Monterrey al Puerto de Veracruz y posteriormente llegaron a Minatitlán, a donde han encontrado un nuevo hogar y una esperanza de vida.
Hoy, el hondureño señala que está con permiso en territorio mexicano por lo que pretende encontrar un empleo formal para seguir contribuyendo a la educación y bienestar de Enrique.
Ellos radican hoy día en la prolongación Panamá de la colonia Las Fuentes, dejando a la disposición el número: 238-166-88-65 para cualquier informe respecto a un trabajo que le permita continuar en esta etapa de vida.
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