Luego de poco más de cinco años desaparecida y un año de que el ADN de su mamá coincidió con el de un hallazgo, los restos de la hidrómila Paulina López Hernández no han podido ser entregados por las autoridades del Estado de México, donde radicaba junto a su mamá.
En exclusiva entrevista telefónica, Laura Hernández Hernández, mamá de Paulina, contó que fue un domingo primero de diciembre del 2019 cuando su pequeña, de entonces 19 años, desapareció tras salir de una fiesta.
“Aproximadamente a las 9 de la noche me mando mensaje que ya iba a tomar un taxi para regresar a casa, ella trabajaba en una papelería y al día siguiente tenía que ir a trabajar, por lo que decidió regresar a buena hora a su hogar”, contó Laura, tratando de recordar cada detalle.
Pero desde entonces perdió contacto con la joven; cuando se cumplió el plazo estimado por las autoridades se emitió la ficha de búsqueda, que no es más que un papel que se distribuye en redes y portales, pero no hubo investigación integral de la policía ministerial de Toluca.
Las semanas se volvieron meses, y estos se transformaron en años, pero el dolor para Laura y toda la familia no desapareció un poco, pues la esperanza siempre fue de encontrar a Paulina con vida; mientras la incertidumbre de destino se transformó en un constante insomnio.
Fue hace un año y tres meses cuando una fría llamada desde la Fiscalía General del Estado le informó a Laura que las pruebas hechas en un cuerpo hallado en Jilotepec, a dos horas y media de donde desapareció Paulina, tuvo una coincidencia con las muestras que ella proporciono cuando puso la denuncia de desaparición.
Una hermana de Paulina se sometió a nuevas pruebas que confirmaron que los restos eran de la jovencita hidromila, comenzando ahora el viuacrrucis para recuperar los restos, los cuales han permanecido retenidos en un anfiteatro por quince meses.
Supuestamente porque las autoridades extraviaron una ‘carpeta de investigación’ el proceso se retraso y tardará cerca de veinte días más después de la publicación de esta nota, para que por fin la familia pueda tener una tumba donde llorar y rezarle a Paulina.
Más allá de haber recuperado el cuerpo de Paulina, su mamá quiere justicia para aliviar un poco el dolor, para tener un poco de paz. “Yo se que no se debe pedir nada malo para otras personas, pero quien me arrebato a mi niña no es una buena persona, debe pagar por lo que hizo, por arrebatarle sus sueños”, pidió.
Agregando el llamado a las autoridades para que hagan su trabajo, para que investiguen cualquier indicio, aunque consciente que con el paso de los años es mucho más complicado dar con un responsable y sobre todo con las pruebas.
Aunque Laura recuerda que cuando Paulina desapareció hubo otras desapariciones similares en la zona, jovencitas casi de la misma edad e incluso parecidas, lo cual no fue tomándooslo en cuenta por las agencias investigadoras, como ocurre en casi todas las fiscalías del país.
Los restos de Paulina descansarán en Toluca para permanecer cerca de su mamá, además de que traerlos hasta Agua Dulce requeriría hacer un gasto que en estos momento las familia no se puede permitir. Ahora solo queda seguir esperando.
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