A pesar de que a diario existen cientos de denuncias a través de las redes sociales por parte de choferes del transporte público y particulares, de lo destrozado que se encuentra la cinta asfáltica de la carretera federal 180 Costera del Golfo, a altura de la desviación de Oteapa, nadie escucha sus demandas.
Otro martirio que también viven a diario los conductores que tienen la necesidad de utilizar este tramo de comunicación terrestre, son las ponchaduras de las llantas de sus carros al revotar contra el quebrado asfalto.
Como dice el viejo refrán, "a rio revuelto ganancia de pescador" las pésimas condiciones de este tramo carretero, en donde existen hoyancos, algunos hasta más de un metro de largo por unos diez o quince centímetros de profundidad, son rellenados con arena por los famosos tapabaches; su paga, el dinero que le dan los choferes, particulares y del transporte público.
Desafortunadamente este remedio por demás casero, no sirve en nada; cuando se seca, se convierte en polvo y se moja por la lluvia se hace lodo, al final, todo sigue igual o peor.
Ante estos problemas, conductores que pidieron omitir sus nombres, piden al gobierno federal escuchar su reclamo y ordene el reasfaltado de este tramo de la carretera, ya que es unos de los pasos principales a para los estados del sureste de México.
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