En el último año, el sector ganadero de Agua Dulce atraviesa por una crisis, debido que alrededor de cien ganaderos abandonaron la actividad pecuaria, uno de los motivos más reiterativo es la cuestión económica.
El presidente de la Asociación Ganadera Local, Mario Espinosa Ríos, reconoció que los socios abandonaron esta actividad productiva, por que los gastos para mantenerla son altos y las ganancias insuficientes para sustentarla.
Además la situación empeora por la escasez de personal dispuesto a trabajar en los ranchos, con demandas salariales cada vez más altas, algunos caporales exigen pagos semanales de hasta tres mil pesos. A eso se agrega los factores climáticos adversos, como la sequía que han afectado la disponibilidad de agua y contribuido al aumento de los costos de producción.
El encarecimiento de los insumos esenciales, como el alambre, fertilizantes y medicamentos para el ganado, complica aún más la viabilidad económica de la actividad.
A estas severas complicaciones se agrega la falta de programas gubernamentales que atiendan las emergencias derivadas por las condiciones climáticas, provocando una alta tasa de mortalidad del hato.
Espinosa Ríos destacó que la mayoría de los ganaderos que aún permanecen en la actividad lo hacen porque tienen ingresos secundarios o de otra actividad productiva
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