Comerciantes recién ubicados de la zona conocida como el malecón viejo al malecón nuevo, reportan una significativa baja en las ventas diarias de pescados, mariscos y otros artículos que ofrecen desde hace más de 50 años.
Aunque sus labores continúan siendo de manera habitual de 3 a 11 de la mañana, citaron que la situación se torna difícil para los más de 200 vendedores semifijos.
Maribel Pérez Escobar una de las vendedoras puso de manifiesto que dado a la necesidad y la presencia de familia a la que deben de mantener, redoblan las labores diarias sobre el paseo ribereño, junto a los precios que manteniendo entre los 70 a 90 pesos en producto del río y mar, en lo que destacan el camarón, róbalo, mojarra, jaiba, entre otras especies.
“Continuamos acá y acá nos vamos a quedar hasta que compongan y nos regresamos a nuestro lugar. Esperemos en Dios que rápido hagan la chamba para regresarnos hasta allá, y si viene el tiempo de agua, pues ya veremos, más adelante nos vamos”, expuso la comerciante.
Hay que recordar que dichos vendedores fueron removidos de su lugar original dado la remodelación que se viene realizando en el malecón antiguo, por lo que desearon, las labores concluyan a la brevedad posible para volver al punto que se ha convertido en una zona de tradición para expender su mercancía.
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