Entre las vías del ferrocarril del Istmo de Tehuantepec y el monte, más de 250 extranjeros de la caravana “Viacrucis migrante” busca sobrevivir y mantenerse en la marcha hacia la Ciudad de México.
Este jueves, el grupo de extranjeros que se encuentra en forma irregular en el país y que partió desde el pasado 30 de abril de Tapachula, Chiapas; se quejó de que el Instituto Nacional de Migración y las corporaciones policíacas federales no les permiten subir a los vehículos de carga o pasajeros que pasan en el trayecto de su viaje, los obligan a caminar bajo temperaturas altas de calor, causándole ampollas, agotamiento y golpes de calor.
Los migrantes afirman que en el trayecto, están en riesgo de ser atropellados o sufrir por las inclemencias del calor, que generan cansancio y una brutal sed.
En el grupo de migrantes, que este jueves se desvió de Campo Nuevo hacia la estación ferroviaria de Medias Aguas, en el municipio de Sayula de Alemán, con la esperanza de poder abordar el tren de carga que va de Coatzacoalcos hacia Tierra Blanca, ya que, argumentan, están agotados y no se les permite utilizar el transporte pública ni el privado.
“Estamos siendo obligados por migración a caminar” afirmó a Imagen del golfo uno de los migrantes.
El grupo no pudo ingresar a la zona urbana de Medias Aguas, ya que, les informó la Guardia Nacional y la Secretaría de Marina Armada de México, que el parque techado, está ocupado por esta ultima dependencia que tiene a su cargo, la seguridad de la estación ferroviaria y mantiene un cuartel a un lado de la misma.
Tampoco pudieron ingresar a la casa del migrante toda vez que este se encuentra cerrado desde hace varios años.
Los extranjeros tuvieron que caminar entre las vías del tren y el monte, para alcanzar lo que hasta antes del inicio de operaciones del corredor interoceánico, era un parque de vagones abandonados y que durante mucho tiempo fue refugio de migrantes, pero ahora solo encontraron monte y las líneas ferroviarias así como un grupo de vigilantes privados que les ordenaban alejarse del derecho de vía.
Un grupo de ciudadanos de Medias Aguas acudió hasta ese refugio provisional, ubicado a casi un kilómetro de la zona urbana y la estación ferroviaria para llevarles agua, un caldo con arroz y tortillas, lo cual agradecieron los miembros de la caravana que llevaban todo el día sin probar alimento, según alguno de ellos.
A la salida del grupo de ciudadanos altruistas, desafortunadamente la camioneta donde llevaron el agua y los alimentos, golpeó el espejo retrovisor de una patrulla de la Guardia Nacional, cuyos elementos exigían un pago de 13 mil pesos a los benefactores anónimos.
Este jueves por la tarde, el contingente esperaría el tren que va de Coatzacoalcos a Tierra Blanca para poder abordarlo, en caso contrario, lo volverán a internar el viernes por la madrugada.
De acuerdo a la Cruz Roja Mexicana, la caravana es de aproximadamente 250 personas, al menos 40 de ellos son menores de edad, 120 adultos de sexo masculino y 70 del femenino, entre los cuales, una se encuentra con una dificultad motora por lo que utiliza bastón y al menos tres de las mujeres se encuentran con un embarazado de entre 7 y 3 meses de gestación.
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