Bajo estela de tristeza e indignación, sepultan a taxista de Chinameca

Bajo una estela de tristeza e indignación, fue sepultado la tarde del jueves, el cadáver del taxista Mauricio Martínez Hernández, torturado y asesinado bajo condiciones desconocidas.

Amigos, familiares y compañeros del chófer del taxi número 47 de Cosoleacaque, encabezaron el féretro que recorrió las principales calles de su natal Los Cerritos, hasta llegar a las inmediaciones del panteón de ese mismo poblado donde depositaron sus restos.

Entre la burocracia y trabas, los dolientes consiguieron recuperar el cuerpo de Mauricio, encontrado la tarde del martes en una zona despoblada del camino Mecayapan-Soteapan, en avanzado estado de descomposición.

Gracias a la ropa que vestía y una serie de estudios, se confirmó que era el trabajador del volante reportado como ausente desde el viernes 21 de enero, cuando dijo se desplazaba en el vehículo de alquiler para cumplir con un “viaje especial” al municipio de Hueayapan de Ocampo.

Después de perderse toda comunicación, se encontró el carro Nissan, Versa, modelo reciente en estado de abandono en el municipio de Soteapan.

Hasta el momento, ninguna autoridad ministerial se ha pronunciado en torno al crimen que dejó enlutado un hogar.