El joven maestro de danza moderna, clásica y danzón, Francisco Moran Altamirano, fue despedido por sus alumnos y excompañeros de trabajo la mañana del miércoles en el parque central, entre lágrimas y aplausos los bailarines recordaron la entrega y esfuerzo del joven de 34 años de edad que se esforzó por representar a nanchital a través de la danza.
Por más de una década, Francisco “Panchito”, a través de las representaciones del Rey León, Sirenita, Blancas Mariposas, Festín, y muchísimas más, se ganó el cariño y aprecio de niño, jóvenes y adultos de este municipio.
La escuela de danza y Ballet, Mauna Loa, fue su casa hasta el último día de su vida, dándose tiempo para crear con el apoyo de los adultos mayores el Ballet Siempre Joven, con el que realizó sus últimas presentaciones en varios municipios de la región.
Los bailarines de esta ciudad que estuvieron presentes en el último pase de lista realizado en el parque Miguel Hidalgo, asegurando que lo recordaran por ser una persona positiva, paciente con los padres de familia y alumnos, porque fueron muchas horas que compartieron con él y el ballet Siempre Joven lo mantendrán en su memoria.
Fueron muchas generaciones de bailarines que aprendieron en su escuela a coordinar los pies, para lucirse en los escenarios al bailar danzón, hawaiano, Ballet clásico, hip hop, tahitiano, árabe, polinesio, y otras disciplinas, forjando grandes bailarines de todas las edades.
Al finalizar el homenaje, los presentes realizaron el último pase de lista y gritaron porras hacia el maestro de baile que hoy ya se encuentra en el cielo.
Al finalizar fue trasladado a la parroquia San Nicolás de Bari, para su misa en cuerpo presente y después partió a su última morada en el panteón Santa Elena. Que en paz descanse Panchito Moran.
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