En riesgo se encuentra el personal de limpia pública, debido al manejo inapropiado de residuos biológicos-infecciosos, tales como jeringas, gasas y algodones utilizados en procedimientos de curación realizados en el hogar.
Estos materiales clínicos infecciosos se encuentran mezclados con los desechos sólidos urbanos, lo que plantea el riesgo de lesiones y posibles enfermedades para aquellos que trabajan en la recolección de basura.
La aparición recurrente de estos materiales en la carga de desechos se atribuye a la falta de control por parte de las personas que los utilizan.
El presidente administrativo de la Cruz Roja Mexicana, José Oliveros González Torres, destacó la importancia de un manejo responsable de estos residuos médicos y que vienen de los hogares, ya que en las instituciones de salud existe un protocolo riguroso que establece que estos materiales deben ser depositados en ánforas especializadas, rotulados advirtiendo su contenido y de color rojo.
Estos recipientes se entregan a industrias que cuentan con los permisos establecidos y especializadas en la incineración de estos desechos en hornos apropiados.
González Torres hizo un llamado a la población para que adopte prácticas más seguras al desechar estos materiales, por ejemplo que las jeringas y otros objetos punzocortantes sean depositados en contenedores rígidos y resistentes.
Con ellos se evitará lesiones por parte del personal de limpia pública, además, instó a considerar alternativas que no solo protejan a otros individuos, sino también al medio ambiente.
“El manejo adecuado de los residuos biológicos-infecciosos es esencial para garantizar la seguridad del personal de limpieza pública y la salud general de la comunidad”. Aseguró el entrevistado.
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