Policías municipales señalaron que la alcaldesa Mariela Hernández García, rechazó su petición de aumento salarial, tras ser concentrados en un salón de eventos, donde presuntamente les informó que no habría incremento, y en caso de darse, este no superaría el 2 por ciento.
Según los uniformados, sus salarios mensuales que van de 6 a 8 mil pesos, una cifra que consideran insuficiente para enfrentar las exigencias del trabajo y las crecientes amenazas de la delincuencia en la región.
Además, denunciaron carencias operativas, como la falta de patrullas y la asignación limitada de 30 litros de gasolina por turno, lo que dificulta las labores de vigilancia en municipio más grande del estado por su extensión territorial.
Las limitantes de los uniformados, son muy diferentes a lo que ocurre al interior de la dirección de presidencia, donde dispone de camionetas de lujo con combustible sin restricciones, lo que calificaron como un ejemplo del "despilfarro de recursos" en beneficio de altos funcionarios municipales, incluido el de la alcaldesa, cuyo salario mensual supera los 123 mil pesos, sin contar bonos, primas, ni otras prestaciones.
Los agentes lamentaron que, mientras se les exige cumplir con labores críticas para la seguridad del municipio, enfrentan condiciones que, según ellos, comprometen su desempeño y su integridad.
"Es complicado combatir la delincuencia si no tenemos herramientas ni condiciones dignas para trabajar", señaló uno de los policías que prefirió mantenerse en el anonimato.
El malestar entre los elementos de seguridad creció tras la reunión, por lo que el ambiente permanece tenso, mientras que los uniformados no descartan futuras acciones para exigir mejoras en sus condiciones laborales.
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