Restaurantes de pescados y mariscos ubicados en la zona urbana de esta ciudad han reportado un notable incremento en la afluencia de comensales durante los fines de semana, en comparación con semanas anteriores.
De acuerdo con propietarios y encargados de estos negocios, el alza en la demanda se debe a varios factores.
Por un lado, la población ha comenzado a preferir platillos del mar para sobrellevar el calor característico de la temporada, y por otro, los precios se han mantenido estables, siendo incluso más accesibles que los que se ofrecen en establecimientos situados en zonas costeras como Playa Las Palmitas o la congregación de Tonalá.
"Los clientes nos han comentado que aquí pueden comer bien, a buen precio, y sin tener que desplazarse hasta la costa", mencionó uno de los restauranteros consultados.
Además, muchos de estos restaurantes urbanos cuentan con áreas climatizadas, un atractivo importante para las familias que buscan escapar de las altas temperaturas que se registran en la región.
Este detalle ha influido en la preferencia de los consumidores, quienes encuentran en estos espacios una opción cómoda, accesible y cercana para disfrutar de mariscos frescos sin salir de la ciudad.
Hasta ahora, la tendencia apunta a que el flujo de clientes podría mantenerse e incluso aumentar conforme se acercan las vacaciones de verano.
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