En un entorno fiscal moderno y en constante evolución, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha conseguido consolidar un sistema de recaudación y fiscalización innovador, gracias a la integración de tecnologías avanzadas como la Inteligencia Artificial (IA). A continuación, analizamos cómo estas innovaciones han impactado en la eficiencia recaudatoria del sistema tributario, demás de las implicaciones para los contribuyentes.
El SAT ha implementado IA como parte de su Plan Maestro de Fiscalización, consiguiendo avances notorios:
El uso de este tipo de tecnologías avanzadas por parte del SAT implica un escrutinio con más rigor. La época en la que se decía: "siempre lo he hecho y no pasa nada" ya no aplica más, por lo que es esencial que los contribuyentes adopten buenas prácticas fiscales:
Mantener documentación soporte: Registros actualizados y coherentes con las operaciones reales, bien documentadas.
Conocer las obligaciones legales inherentes a tus operaciones: Evitar discrepancias que puedan derivar en sanciones. Un principio legal que no debemos perder de vista es: "El desconocimiento de la norma no te exime de su cumplimiento". Por ello, es fundamental saber cuáles son las obligaciones y opciones legales en cada operación que realizamos, desde las más simples y comunes, como una venta de banqueta en tu casa, o como la venta de una casa habitación, o el recibir remesas de nuestros familiares, hasta operaciones un poco más complejas como las realizadas con el extranjero.
Buscar asesoría fiscal especializada: Para garantizar el cumplimiento de las obligaciones tributarias y minimizar riesgos.
Además, los contribuyentes deben familiarizarse con las nuevas tecnologías del SAT, como los sistemas de regularización y las plataformas digitales, para aprovechar las herramientas disponibles y evitar errores.
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