El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), cada vez se convierte más en una realidad para el aterrizaje de inversiones en el sureste del país, ya que contempla beneficios claves para el desarrollo.
Hay que recordar que esta iniciativa fue insignia de la recién concluida administración del mandatario Andrés Manuel López Obrador, y a la que se le tendrá que dar seguimiento durante la gestión de la presidente Claudia Sheinbaum Pardo, con el objetivo de impulsar la economía en México.
Entre los propósitos del proyecto Interoceánico, se encuentra la modernización de la plataforma logística, que abarca los puertos de Coatzacoalcos, Salina Cruz, Dos Bocas y Chiapas, con los que se busca potenciar el intercambio de mercancías hacia Estados Unidos, Asia y Europa.
Otro pilar de este plan, es la reactivación del Ferrocarril del Istmo, el cual ya funciona para el servicio de pasajeros y de carga con las líneas Z y FA. esta última enlazando con el Tren Maya, uniendo al sur-sureste con la península de Yucatán y el caribe mexicano, incluso con Guatemala.
El Corredor Interoceánico es una oportunidad para transformar la economía del sureste de México, con una inversión estratégica en infraestructura, fomentando el comercio y el desarrollo sustentable con los Polos del Desarrollo Para el Bienestar (PODEBIS), que se instalarán en 12 distintos puntos de los estados de Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Tabasco.
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