El fenómeno notable por ahora es que más de 31 millones de personas han votado de manera anticipada en el país, y faltan 14 días más, llevando a pronósticos de un posible nivel récord de participación en una elección nacional. En estados como Texas ya se han depositado más votos que el total de sufragios por Donald Trump en ese estado que ganó en 2016.
El voto anticipado se ha ampliado este año como resultado de las condiciones de la pandemia, con más estados ofreciendo la opción de presentarse físicamente en algunas casillas especiales, enviar votos por correo o depositarlos en receptores diseñados para ese propósito.
Para algunos, esto podría indicar también que los esfuerzos para suprimir el voto por los aliados de Donald Trump podrían estar teniendo un efecto opuesto; varios activistas comentan a La Jornada que hay amplia evidencia de que la gente está animada con la urgencia de sacar al presidente de la Casa Blanca.
Más aún, además de mantener una ventaja de 11 puntos en el promedio de los sondeos nacionales, el candidato demócrata Joe Biden también está ganando la carrera por donaciones, con una amplísima ventaja en fondos sobre el supuesto multimillonario Trump.
De por sí, ésta ya es la elección más cara de la historia. Se calcula que la presidencial y las legislativas federales superarán récords previos por mucho, al acercarse a 11 mil millones de dólares, según el Center for Responsive Politics. La contienda presidencial tiene un costo proyectado de 5.2 mil millones.
De hecho, analistas señalan que las múltiples maniobras de los republicanos para suprimir el voto junto con el mensaje constante del presidente y su campaña de que los demócratas y otros opositores están fraguando un megafraude y las amenazas de provocar un caos poselectoral sólo comprueban que Trump y sus aliados suponen que están perdiendo la elección y que tienen que hacer una serie de trampas para mantenerse en el poder.
Tan preocupante es esta amenaza que la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos emitió un documento con recomendaciones para alcaldes y otras autoridades municipales, anunciando que . Advierten que , y aconsejan que las ciudades estén preparadas para enfrentar todo eso (https://www.usmayors.org/issues/election-security-and-safety/).
De hecho, la semana pasada la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, quien fue el objetivo de un complot de agrupaciones ultraderechistas armadas para su secuestro y asesinato, que frenó la FBI, acusó el fin de semana que Trump está
Mientras, las publicidad de campaña ya está congestionando todos los medios, redes sociales y correo. Por ejemplo, esta semana, aparentemente porque no dio el resultado esperado enviar correos electrónicos de parte de Hillary Clinton y Barack Obama a votantes para invitarlos a apoyar y donar a la campaña de Biden y Kamala Harris, se envió ahora un correo electrónico con el remitente de Scarlett Johansson con el mensaje: . Al abrir la invitación resulta que es para sumarse a una reunión virtual con algunos de los colegas de Johansson que fueron parte del reparto de Los vengadores. Hasta los superhéroes se han sumado a la campaña contra Trump.
A pesar de todos los indicadores –sondeos, fondos, voto anticipado– que favorecen a Biden y sus demócratas, la memoria de 2016 sigue presente en el ambiente electoral, con esa derrota tan devastadora e inesperada de la cúpula demócrata y su reina Hillary Clinton, a pesar de que también contaba con una ventaja en los sondeos y más dinero que Trump, aunque empataban como dos de los candidatos más repudiados en la historia reciente del país.
Por ello, una multitud de organizaciones, redes y otras incitativas redoblan esfuerzos con la finalidad de generar la participación electoral necesaria para derrotar a quien consideran , y recordando que Trump llegó a la Casa Blanca al ganar tres estados –Pensilvania, Michigan y Wisconsin– por sólo 110 mil votos combinados.
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