A finales del marzo de este mismo años, una persona mató a tres niños y tres adultos en un tiroteo en un colegio privado del sur de Estados Unidos.
De acuerdo con las autoridades, Audrey Hale de 28 años fue identificada por la policia como "exalumno transgénero", declaración que dio pie a que surgieran especulaciones sobre si la terapia de reemplazo hormonal podría ser un factor determinante para que sucedira el ataque.
De acuerdo con el jefe de la policia de Nashville, la tiradora Audrey Elizabeth Hale, era una persona transgénero, pero no aclaró con cuál género se identificaba, solo se tiene conocimiento que hacia uso de pronombres masculinos y que se hacia llamas Aiden, pero se desconoce si llegó a usar alguna terapia de remplazo hormonal.
Ante las declaraciones hechas diversas especulaciones comenzaron a surgir, incluso una representante republicana del estado de Georgia tuiteo al respecto:
“¿Cuántas hormonas y medicamentos psiquiátricos habría estado tomando la tiradora transgénero de la escuela de Nashville?”, escribió.
Pese a todas estas especulaciones es preciso mencionar que no existe evidencia medica concluyente que demuestre que la terapia de remplazo hormonal.
En 2016, la revista Psychoneuroendocrinology publicó un estudio sobre la terapia de reemplazo hormonal en individuos transgénero y sus efectos en las regiones cerebrales subcorticales asociadas con la memoria y las emociones. Para ello, los investigadores analizaron las imágenes por resonancia magnética (IRM) de una población de individuos transgénero (25 femenino-a-masculino o FaM; y 14 masculino-a-femenino o MaF). Es importante señalar que los estudios de IRM se practicaron tanto antes de empezar el tratamiento de reemplazo hormonal como cuatro meses después de iniciada dicha terapia.
Los autores hallaron que el tratamiento hormonal condujo, efectivamente, a ciertos cambios cerebrales: en el caso de los individuos MaF que participaron en el estudio, la administración de estradiol (estrógeno artificial) y antiandrógenos (bloqueadores de la testosterona) ocasionó que disminuyera el volumen del hipocampo, región cerebral que interviene en la regulación del aprendizaje, la memoria y la navegación espacial, y que también desempeña una función en las conductas de ansiedad y evitación.
Adicional a lo anterior, el equipo científico determinó también que la materia gris de los sujetos MaF mostraba cambios que guardaban estrecha relación con los distintos niveles de progesterona, mas no detectaron este fenómeno en los participantes FaM.
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