Empleados de un call center en España denunciaron que tuvieron que atender llamadas junto al cadáver de una compañera.
Los hechos ocurrieron el 13 de junio cuando la señora Inma de 57 años de edad, estaba en medio de una llamada con un cliente sobre fallas con la electricidad.
De acuerdo con medios locales, fue alrededor de las 12:30 del día, cuando se desvaneció en su cubículo, y aunque pidieron apoyo de manera oportuna, los elementos de emergencias de Madrid no pudieron salvarle la vida.
Debido a que era necesario esperar a los servicios periciales, el cuerpo de la mujer permaneció en el suelo custodiado por policías.
Los empleados, compañeros de Inma, se pararon para abandonar el lugar, sin embargo la empresa les negó la salida y les exigió seguir atendiendo las llamadas telefónicas.
A las 14:00 horas una responsable de la empresa Konecta -que presta servicios a Iberdrola- dio la indicación de que desalojaran los cubículos.
Sin embargo a las 15:10 horas el delegado de prevención de riesgos laborales de la Confederación General del Trabajo, Miguel Ángel Salinas, encontró a cuatro empleados atendiendo llamadas.
La empresa de call center Konecta negó que se haya obligado a los empleados a continuar con sus pendientes.
“Nos ocupamos mucho de las personas que trabajan para nosotros. Se les cuida y se les valora”, fue la respuesta de la empresa de acuerdo a medios locales.
Tras la muerte de Inma, que tenía 15 años trabajando en ese lugar, la empresa permitió hacer home office y ofrece asistencia psicológica a quien la necesite.
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