Desde hace cientos de años diversas celebraciones de antiguas culturas han ido adaptándose y evolucionando junto a la sociedad, una de estas que actualmente es celebrada a nivel mundial pero que proviene de hace muchos pero muchos años atrás es el Halloween.
Al igual que muchas de las celebraciones actuales, como la navidad, el Halloween proviene de las culturas celtas, siendo este una de las tantas festividades que tenían los pueblos celtas para celebrar el inicio de las estaciones, así que tenían uno diferente para cada una de ellas, siendo el Samahain el correspondiente al final de la época de cosecha, así como la bajada de los rebaños a los campos durante el invierno.
Entre otras celebraciones, el Samhain también tiene su lado místico y sobrenatural, pues los celtas consideraban que la barrera que separa nuestro mundo con el sobrenatural se vuelve tan delgado como para que los habitantes de ambos puedan cruzar, así como las almas de los familiares fallecidos, teniendo de esa forma una similitud con nuestro día de muertos.
Los pueblos celebraban el Samhain dejando ofrendas para sus seres queridos para darles la bienvenida a su hogar, pues de acuerdo con su tradición, estos protegerían sus cultivos y rebaños si se sentían bien recibidos, de lo contrario estos podrían convertirse en espíritus vengativos y provocar desgracias.
Durante el Samhain no solamente las almas de los familiares difuntos pueden cruzar entre ambos mundos, sino también los espíritus de la naturaleza, los cuales son llamados como "elementales" y era importante ganarse el favor de estos espíritus, por lo que desde ese punto nace la tradición del truco o trato, pues las personas se disfrazaban e iban de casa en casa pidiendo ofrendas para dejarles ofrendas a estos elementales en las puertas de las casas.
Aunque los disfraces no eran como ahora, anteriormente consistían en pieles de animales y maquillaje en base de cenizas, tratando de imitar la apariencia de estos espíritus para no ser atacados e incluso creían que así podrían acceder a las cuevas donde habitaban e incluso el folclor decía que podrían encontrar pareja entre estos elementales.
Con el paso de los años, pero principalmente a partir del siglo XVI, algunas culturas gaélicas, como Gales y Escocia, se disfrazaban de un fantasma caballo o algo parecido utilizando sabanas y un cráneo de caballo, y así con el paso de los años y la migración de los habitantes de estas zonas al continente americano nació lo que hoy conocemos como Halloween.
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