Como cada año desde hace mucho tiempo, en la noche de navidad se ha extendido la tradición que habla sobre la llega de un personaje que trae regalos para los más pequeños de la casa que se portaron bien, y un trozo de carbón para aquellos niños que se portaron mal, generación tras generación, Santa Claus ha sido una figura presente en las tradiciones navideñas en muchos países del mundo, pero muy pocos conocen su origen.
De acuerdo con diversos historiadores, se cree que la figura de Santa Claus estaba basada o inspirada en la vida y obra de un santo de la religión católica. San Nicolás de Bari fue un obispo muy simpático el cual se caracterizaba por sus ropajes de color rojo (este era el color asignado para los obispos en la época) y su gusto por ayudar a los demás.
San Nicolás de Bari nació en lo que hoy se conoce como Patara, Turquía; hijo de una familia rica, lo cual le permitió llevar una educación religiosa.
La asociación entre San Nicolás de Bari y Santa Claus se ha desarrollado a lo largo de los siglos.
San Nicolás era conocido por su bondad hacia los niños y los necesitados, lo que generó la imagen de un generoso benefactor.
La figura moderna de Santa Claus adopta elementos de la leyenda de San Nicolás. Se le representaba caminando por las calles, llevando una bolsa roja llena de regalos para distribuir entre los menos afortunados. Además, que se le ha retratado usando un traje verde.
Esta imagen ha evolucionado con el tiempo, pero la esencia de la generosidad y el espíritu benevolente de San Nicolás perdura en la tradición navideña.
El 6 de diciembre es el Día de San Nicolás, una fecha venerada en la tradición cristiana.
En este día, se recuerda la generosidad y devoción de San Nicolás de Bari. En muchas culturas, este día se celebra con festividades, actos de caridad y la entrega de regalos, continuando la tradición de bondad que caracterizó la vida de este santo.
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