Durante una ola de calor, es fundamental prestar atención a la alimentación para evitar problemas de salud. Expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han emitido una serie de advertencias sobre los riesgos asociados con la ingesta de ciertos alimentos en estas condiciones.
Las altas temperaturas pueden acelerar la descomposición de los alimentos, aumentando el riesgo de enfermedades alimentarias.
Los mariscos y la carne son especialmente sensibles al calor y pueden estropearse rápidamente si no se refrigeran adecuadamente.
Consumir alimentos picantes y salados puede aumentar la temperatura corporal y contribuir a la deshidratación.
Por lo tanto, es recomendable limitar su consumo durante una ola de calor.
Tanto la cafeína como el alcohol tienen un efecto deshidratante en el cuerpo.
Se debe optar por alternativas más saludables para mantenerse hidratado.
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