La reforma laboral que entrará en vigor en el mes de octubre permitirá acabar con prácticas corrosivas, pues hasta los gobiernos estatales y federal se entrometían en la vida sindical para poner dirigentes, aseguró la secretaria federal del Trabajo, Luisa María Alcalde Luján.
“Venimos de un modelo de mucho control, control de parte de los gobiernos locales y también desde el Ejecutivo federal se controlaba a las organizaciones, había mucho corporativismo y ese es el gran cambio de la reforma, la necesidad, la obligación de pasar por procesos democráticos, esto va a ayudar muchísimo a acabar con esas prácticas tan corrosivas”, señaló.
La funcionaria federal destacó que si bien hay sindicatos cercanos a la gente, también hay otros que se alejaron durante mucho tiempo, pero ahora el gobierno ya no meterá las manos y serán los trabajadores los que decidan.
Incluso, consideró, se verán procesos muy interesantes en sindicatos que serán ejemplo de todo lo que sucederá en el sindicalismo, como el de Pemex, en donde casi 100 mil trabajadores podrán decidir mediante voto libre directo y secreto quién será su secretario general, lo que nunca había sucedido en el pasado, ya que se tomaban las decisiones en las cúpulas a través de delegados y el trabajador de a pie no decidía quién lo iba a representar.
“Es un cambio fundamental, es un cambio profundo, esperamos con esta garantía de libertad ir extendiendo la posibilidad de haya más organizaciones y que se vuelva a confiar en la organización como una alternativa para mejorar condiciones”, remarcó.
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