Mídete y cuida tu alimentación; en fiestas decembrinas puedes subir hasta 5 kilos

En las fiestas decembrinas, las personas que comen en exceso y están sedentarias, pueden subir hasta entre 2 y 5 kilos de peso, esto de acuerdo con expertos y autoridades sanitarias. 

Ante ello, recomiendan disfrutar las festividades y cenas, pero sin excesos. 

Es necesario poner atención en que no haya una alta ingesta de carnes y carbohidratos, lo cual contribuye a que se pueda subir rápidamente de peso. 

Y es que la alta ingesta de carnes y carbohidratos puede afectar no sólo sólo peso, sino la salud de una persona, por aspectos como glucosa, colesterol,  enfermedades cardiovasculares. 

Además, es fundamental cuidar lo que se bebe, pues el exceso de consumo de bebidas alcohólicas puede repercutir en la salud, el peso (por sus altos niveles de azúcar en algunos casos), así  como propiciar accidentes. 

En este escenario, año con año las instituciones de salud hacen un llamado para "comer y beber con moderación para evitar obesidad, sobrepeso y altos niveles de glucosa, colesterol, triglicéridos y presión arterial".

GRAN INGESTA CALÓRICA

Instituciones como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) han llamado a la población a cuidarse, año con año, en fiestas decembrinas.

"Entre tres y cinco kilos, en promedio, llegan a aumentar de peso las personas que exceden su ingesta calórica diaria durante las fiestas decembrinas".

Además, el IMSS advierte que se trata de "sobrepeso que se gana fácilmente y que es difícil eliminar de no hacer cambios radicales en los hábitos alimenticios y de actividad física".

Y es que aunque es importante cuidar el peso y actividad física, permanentemente, durante las fiestas decembrinas las personas pueden subir súbitamente de peso, es decir, varios kilos en corto tiempo.

La recomendación es disfrutar la comida durante estas épocas, pero consumirla con moderación, además de adoptar una rutina de ejercicio, pues en las vacaciones mucha gente permanece sedentaria.

OBESIDAD Y POSTPANDEMIA

México es uno de los países con mayores índices de obesidad y obesidad infantil. A la par, presenta índices de desnutrición y de población con dificultades para acceder a una alimentación nutritiva.

En este escenario, padecimientos como hipertensión y diabetes van de la mano, en muchos de los casos, con la alimentación y obesidad.

Esto en un contexto postpandemia, en el que se vio afectado el ritmo de vida y actividades de gran parte de la población mundial, lo que repercutió en subidas de peso.

Por todo ello tiene aún mayor importancia cuidar que en estas fiestas decembrinas no se coma ni beba en exceso.

OBESIDAD, PROBLEMA SERIO EN CHICOS Y GRANDES 

La Alianza por la Salud Alimentaria refiere que el Atlas Mundial de Obesidad estima que “más de mil millones de personas en todo el mundo vivirán con obesidad para 2030”.

Asimismo, de acuerdo con la Federación Mundial de Obesidad, “México ocupa el quinto lugar de obesidad en el mundo, y se estima que la cifra aumente en 35 millones de adultos para la siguiente década”. 

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que “más de mil millones de personas en todo el mundo son obesas: 650 millones de adultos, 340 millones de adolescentes y 39 millones de niños”.   

El número de personas con obesidad sigue aumentando, indica la OMS y estima que “para 2025, aproximadamente 167 millones de personas (adultos y niños) se volverán menos saludables debido a que tienen sobrepeso u obesidad”.  

La OMS destaca que “la obesidad es una enfermedad que afecta a la mayoría de los sistemas del cuerpo; afecta el corazón, el hígado, los riñones, las articulaciones y el sistema reproductivo”.

De tal modo, la obesidad conduce a una variedad de enfermedades no transmisibles, como la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión y los accidentes cerebrovasculares, diversas formas de cáncer y problemas de salud mental.

Las personas con obesidad también tienen tres veces más probabilidades de ser hospitalizadas por covid-19.  

Ante ello, es fundamental que se encaminen programas y políticas públicas relacionados con la salud, promoviendo la sana alimentación balanceada, rica en vegetales, frutas, y con una ingesta moderada de alimentos grasos y de carbohidratos.

Asimismo, es esencial promover la actividad-ejercicio físico.