Secreto a voces: El "Tao" ¿ocupará el lugar del "Ser"?

Lo que se ha aprendido de tantos cambios en las fuerzas que controlan el mundo ocurridos en los últimos tiempos no es quién está en la cúspide del poder planetario (bipolar, tripolar o multipolar) sino en con qué fin, quienes ocupan el lugar preponderante a nivel mundial, utilizan ese poder. Lo anterior, en un contexto en el que la humanidad (conformado por una diversidad de poblaciones tan diversas) viven experiencias comunes debido a la universalización del ejercicio del poder en el mundo.

La era de las conquistas continentales inaugurada por la llegada de los ibéricos al continente americano inauguró la era de un poder de carácter universal.  Y, desde entonces, diferentes potencias han ejercido ese poder. Infelizmente, ese poder ha impuesto lo que en su origen de la conquista fue la marca que distinguió a ese momento: imponer a las poblaciones conquistadas políticas de vasallaje y trasladar las riquezas naturales o de otro tipo (riqueza monetaria) a las naciones que ejercen ese poder, con el sufrimiento que eso implica para los pueblos oprimidos.

El ADN de ese poder colonial despertó el interés de los pueblos por liberarse y utilizando para ello una multiplicidad de vías que van desde las experiencias que intentaron imitar el camino de la vida de quienes ocupan la cúspide de la estructura social, de superación personal, las reformas del sistema, comunitarias, comunistas, de la teología de la liberación, nacionalistas que dieron vida a Estados nacionales independientes, la creación de comunidades religiosas apartadas, entre otras tantas experiencias. 

Por lo que ese poder que "ilumina" el mundo desde las alturas siempre ha cohabitado con el "qué será" de ese espíritu que no para de manifestarse, de resistirse y busca construir caminos distintos a los que se le ofrecen: comunidades agrarias iluminados por la idea de la venida al final del milenio de un "salvador", obreros por millones vestidos con un mismo overol resistiendo en las fábricas la esclavitud asalariada impuesta por la producción fabril, poblaciones enteras liberándose del yugo imperial y creando Estados soberanos.

Lo que ahora se experimenta es la presencia de diversas potencias mundiales disputándose la hegemonía. No existe de momento duda de que al trasladarse el eje de la producción al continente asiático el futuro del poder tomará el camino que lo lleve hacia ese lugar. El capital, los capitalistas, poseen un olfato práctico y saben que la mercancía se integra por un proceso de producción que básicamente requiere de capital, trabajo y materias primas. Y eso se encuentra en Asia, las llamadas tierras raras que contienen los componentes básicos para la producción actual de riqueza.

EU, heredero del poder de Occidente, no tiene ya el poder suficiente como para imponer como en el pasado el uso del petróleo como base de la producción mundial como sí ocurrió en el pasado, conformando naciones y formas de gobierno como ocurrió en las ahora naciones árabes ricas en recursos petroleros. Las tierras raras se encuentran en territorios sobre las que ya no puede ejercer el mismo poder tal y como lo hizo en el pasado. Que pueden conseguir en algún lugar puede ser, pero lo cierto que hoy por hoy no tienen el control de las tierras raras.

Lo que hemos vivido en los últimos 500 años no es únicamente la producción de mercancías. El capitalismo es igualmente una narrativa, una visión cosmológica de mirar el mundo en la que el dominio estuvo centrado en el "Ser", es decir, en construir caminos a través de los cuales la humanidad debería elevarse con respecto a lo que fue su pasado en donde el mundo apocalíptico de las guerras, las hambrunas y las pestes, habían dominado la evolución humana. El futuro: la igualdad, la libertad y la fraternidad.

La narrativa del modelo fracasó antes de que lo productivo tuviera éxito en los centros imperiales de Occidente. Sus evidencias no se atendieron hasta las primeras manifestaciones de la era nuclear en Hiroshima y Nagasaki, así como el sacrificio de millones de judíos en los experimentos hitlerianos de la Segunda Guerra Mundial. De manera reciente, los experimentos de clonación de animales, las semillas transgénicas, así como de plantas. Finalmente, el modelo neoliberal sumió eliminar los beneficios que la humanidad conseguidos durante la posguerra: salud, educación y seguridad social.

La pregunta que surge es si el "viaje" del Occidente al Oriente tendrá más allá de la producción un resultado benéfico para la humanidad que incluye el quitarnos de encima el odioso modelo occidental de corte imperial impuesto desde el siglo XV al mundo. China, Rusia, la India, aparecen en un escenario del futuro. Todo parece indicar que la potencia económica de entre esas tres naciones es China, pero debemos comprender que dentro de un cambio épocal (como el dominio de Occidente sobre el mundo que dura ya 500 años) el poder lo pueden ejercer una gran diversidad de actores.

Esas tres naciones han construido imperios regionales, como parte de su historia, cada uno con características particulares. Lo chinos que, según una de las tantas teorías que existen, decidieron construir una muralla con el fin de evitar el contacto con el mundo, pero regionalmente fueron una potencia imperial. Los rusos, crearon imperios regionales, lo mismo que los hindúes. Occidente, superó a todos ellos porque invadió continentes e impuso un modelo de pillaje y vasallaje (igual que chinos, rusos e hindúes) sobre continentes generando condiciones favorables para la formación de imperios coloniales o neocoloniales.

El universo en la visión de los chinos, en su conjunto, lo que en él existe, incluida la vida, es distinto de la concepción occidental. En la filosofía China, el concepto de "Tao", significa el camino o la vía para orientar o conducir la vida y al Estado. Por lo que para ser un buen gobernante no es necesario ser un buen político sino una mujer o un hombre sabio. Y lo que hace superior al sabio es el estudio que lleva a la sabiduría, a lo espiritual, y conecta con el cielo. Para los taoístas que se distinguieron de los confucianistas el Tao es un principio que rige la creación de todo. Quienes gobiernan China actualmente, vienen de la experiencia de negar los principios del comunismo maoísta, en donde la riqueza individual era mal vista, en tanto que los ahora gobernantes miran la riqueza con júbilo. 

En la India, la casta de los brahamanes, al consolidarse como dominante de la India, elaboraron su propia visión del mundo siempre bajo el amparo del cielo como suele ocurrir con el pensamiento filosófico y cósmico. Eran chamanes y hechiceros  que se elevaron a casta hegemónica. Tanto los primeros chatrias como luego los brahamanes, dice Weber (Alfredo no Max), se sintieron poseídos por el espíritu que bajaba de las alturas del Himalaya. Esta condición no tardó en trasladarse un plano más allá de lo existente en donde según un principio védico; "Allí no había ser ni tampoco no ser" que es el lugar de la verdadera existencia, de la más amplia realidad que todo lo comprende y abarca, incluido aquello que se encuentra detrás de las apariencias que guardan las cosas. Ese lugar es el soplo brahamánico del nirvana: "lo no nacido, lo no devenido, lo no hecho, lo no configurado", la purificación, que deriva en compasión.

Tanto en China como en la India ha "prosperado", en el pasado inmediato, la más absoluta miseria que ha sido el atractivo de las multinacionales occidentales. No hay duda de que existe prosperidad dentro de los márgenes del capitalismo, pero el capitalismo tiende a la igualdad cuando posee, por contraparte, naciones subyugadas. 

¿Qué esperar? Nada. Los pueblos empobrecidos, sobre todo los latinoamericanos, deben construir su propia visión del mundo en el marco de lo que ocurre ahora.