¡Ah, mi cuate! Déjame contarte cómo está el asunto de la inflación aquí en Coatzacoalcos.
La inflación está pegando más duro que el sol de medio día en el malecón. El huevo, ese que era el rey del desayuno, ya ni en sueños lo vemos, porque está más alto que el faro de la Isla Sacrificio en el puerto Veracruz. Y mira que eso es decir mucho.
La familia ya ni pide bistec para la comida, ahora con que haya frijolitos con arroz, ya estamos al otro lado. Y es que si no apretamos el cinturón, no llegamos ni a la quincena.
Pero no creas que solo nosotros sufrimos este golpe. La policía estatal también anda bailando al son que le tocan con la inflación.
Se han puesto las pilas y ahora hasta parecen comerciantes en el mercado, con su lista de precios para los “servicios” que ofrecen.
El delegado regional de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Coatzacoalcos, Tonatiuh Hernández Sarmiento, dice que los azules te hacen la parada y, sin más ni más, te sacan una lana que ni en la lotería te ganarías. Y ni hablar de recibos, eso es más raro que ver a un político en tiempos no electorales.
Las tarifas, de acuerdo al delegado van desde los 15 mil pesos, hasta lo que te dejes.
Por la noche es cuando se pone bueno el asunto. Te agarran saliendo de la marisquería o bar en turno, te dicen que andas pasadito de copas, y zas, te clavan una multa sin más ni más. Y eso que ni te hacen soplar el alcoholímetro, porque si no, hasta el alma te cobran.
Resulta que tienen un tabulador para sacar lana, ¡y vaya que lo aplican sin piedad! La raza cuenta que les avientan la cuenta sin chistar, ¡y ni un papelito de recibo les dan! Así, sin explicación.
¡Pero eso no es todo! ¡No señor! Por salir del cuartelazo, te sacan 5 mil pesitos. Y si quieres tus papeles, otros 6 mil pa' la bolsa. Además del arrastre de tu nave en el corralón. ¡Saca la lana, camarada!
¡Y hablemos de quejas! El 90% de las quejas que caen en la mesa de la Comisión son nocturnas. ¡Qué movida, no! Te caza la patrulla en la noche, ¡y te saca los trapitos al sol! Sin justificación, sin compasión. Te dicen que vas pedo y ni te soplan el alcoholímetro. Y luego, ¡zas! Te sacan el cobre.
La cosa está que arde, y no es por el calorón que nos carga.
En marzo, la CEDH se llenó de quejas como piñata en posada. La mitad de ellas eran contra la Secretaría de Seguridad Pública. Y es que entre detenciones que ni al caso, cobros que ni el mejor matemático entiende, y una falta de capacitación en derechos humanos que ni te cuento, estamos que nos lleva el tren.
Así que ya sabes, si andas por estas tierras, mejor ni te asomes mucho, porque con eso de la inflación, hasta por respirar te pueden cobrar. ¡Y no es broma, eh!
¡Así que ya saben, banda! Si van a salir de noche, ¡a cuidarse del cuate de la patrulla! Que esa lana se gasta mejor en una buena cerveza.
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