Las manifestaciones y protestas provocadas por el desabasto de agua en Xalapa se han intensificado en los últimos días.
Desesperados, algunos pobladores de diferentes sectores de la capital veracruzana han salido a las calles para bloquear la vialidad, en demanda de una solución al problema.
La autoridad municipal está rebasada y parece incapaz de ofrecer resultados.
Por la mañana del pasado viernes 31 de mayo, por ejemplo, se registraron bloqueos en arterias importantes: la avenida Miguel Alemán, donde se ubican las oficinas de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento; y la esquina de las avenidas Adolfo Ruiz Cortines y Primero de Mayo.
De igual manera, hubo manifestaciones y bloqueos en las avenidas Lázaro Cárdenas, una de las más transitadas de la capital, y Ébano.
Los pobladores de la Unidad Agua Santa 2 bloquearon la vialidad muy cerca del monumento conocido como “La Araucaria”, con dirección a la salida a México; protestan debido a que llevan 20 días sin agua; por otro lado, la gente de la zona de la avenida Ébano denunció que CMAS pretende realizar cobros como si el suministro fuera normal y constante, a pesar de que a los hogares no llega ni una gota.
También hubo manifestaciones frente a Palacio Municipal, donde personas agrupadas en el Frente de Defensa Popular denunciaron la falta de suministro; con recipientes y cubetas de plástico vacías, de esas que venden en las tiendas del alcalde Ricardo Ahued, se plantaron frente al inmueble del Ayuntamiento y bloquearon la céntrica avenida Juan de la Luz Enríquez.
En su mayoría, eran pobladores de las colonias Miguel Alemán, Fredepo, Moctezuma, La Haciendita y El Moral, quienes denunciaron los altos cobros de CMAS, un organismo que tiene ingresos millonarios cada año, pero que no ofrece resultados a la demanda de agua de los xalapeños.
El común denominador en todas esas protestas fue la queja por el desabasto; por el incumplimiento de los tandeos por parte de CMAS; y por las altas tarifas que cobra el organismo operador.
Son expresiones de desesperación de la gente de Xalapa, que pasa 5 y hasta 10 días sin el suministro; en casos extremos, como el de Agua Santa, 20 días sin el líquido.
Por otro lado, las 20 pipas de que dispone la autoridad municipal para aliviar el problema son insuficientes, dado el tamaño de la mancha urbana.
A dichas protestas se suma la queja de comerciantes del primer cuadro de la ciudad, quienes denuncian pérdidas, sobre todo en cafeterías, restaurantes y negocios de alimentos, por negar el servicio de sanitarios.
El panorama no podría ser peor para Xalapa en materia de abasto de agua: la semana pasada, el 28 de mayo, los pobladores de Chilchotla, Quimixtlán, Puebla, cerraron las válvulas de la presa Los Colibríes, la fuente de abastecimiento más importante para la capital veracruzana, lo que complicó aún más el problema del desabasto.
Si bien no es un problema que se pueda atribuir únicamente a la actual autoridad municipal, dado que en más de dos décadas no se han realizado inversiones en esa materia en Xalapa, el tema golpea a la presente administración, que ante la opinión pública aparece como incompetente e incapaz de ofrecer una solución.
@luisromero85
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