Dilema moral y legal

Son dos las ocasiones que en menos de un mes escucho la frase ‘lo legal no siempre es moral’; la primera vez fue en un foro de migración que realizó el Gobierno de Veracruz con diversas autoridades y activistas, la segunda tras la fallida captura de Ovidio Guzmán López; ambas situaciones son, en extremo, diferentes, pero se asemejan en las decisiones asumidas por la Federación para así evitar daños y muertes: la moralidad.

Si bien, en un principio el presidente de la República Mexicana, Andrés Manuel López Obrador, fue cuestionado por blindar las fronteras del sur con elementos de la Guardia Nacional para contener la migración de centroamericanos, esta decisión legal generó críticas por no apegarse a la moral ante la crisis humanitaria que viven en aquellas naciones.

Sin embargo, cuando el presidente decidió apoyar a dos de esos países con empleos temporales, entre ellos, con el programa ‘Sembrando Vidas’, el haber apelado a una decisión moral, también le generó ya no una lluvia, sino un aguacero de críticas.

Ahora lo ocurrido en Culiacán a todas luces tuvo errores de las autoridades de seguridad, pues el llevar a cabo la captura no fue el problema, sino acudir a ‘la plena mata del Cártel de Sinaloa’ sin los refuerzos suficientes es quizá el detalle más visible.

La respuesta de los integrantes de la organización delictiva no se hizo esperar con la amenaza de asesinar a los familiares de los militares a cambio de liberar al hijo de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera.

Es aquí cuando nuevamente López Obrador se enfrentó a la misma disyuntiva de la moral y la ley, sólo que en proporciones más delicadas; al presidente no le quedó más que decidir entre la vida de varias familias o continuar con la captura de Ovidio Guzmán.

Para la oposición la decisión fue errónea, pero sin el afán de defender a Andrés Manuel López Obrador, el haber decidido por la captura le habría generado más críticas por aquella oposición política, especialmente la del PAN, que es responsable de los efectos colaterales en la ‘Guerra contra el Narco’ emprendida por el expresidente Felipe Calderón Hinojosa con más de 250 mil muertos.

Habría sido interesante ver qué pensaban también aquellos grupos Provida, pues parte de sus integrantes son miembros de la oposición política, pues si el fin es defender la vida, el pronunciamiento debió ser otro respecto a la situación de Culiacán.

Es cuestión de enfoques, al ser la izquierda el nuevo régimen, todo lo que se decida será mal visto, aún así sea consecuencia de las malas decisiones de gobiernos de derecha, aunque lo cierto, es que sí hubo errores en la captura de uno de los hijos de ‘El Chapo’.

Será la historia la que al final dé o no la razón a Andrés Manuel López Obrador.

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