Terminaron las fiestas patrias y con ellas se imprimieron gratos recuerdos. Es una de las celebraciones más grandes y relevantes de México.
Una mezcla de sabores y olores fue el común denominador en las distintas reuniones organizadas por más de tres días, pues una de las características de los mexicanos, es la diversión y la forma en que saben compartir y disfrutar.
Si bien vitorearon a los héroes nacionales en las arengas con las que se recordó tan importante episodio histórico, al término de éstas se dispusieron a cantar, degustar la gastronomía típica y brindar por estos instantes compartidos.
Los colores patrios predominaron en sus atuendos, así como en la esperanza de un México mejor, donde la paz siga siendo tan blanca como roja la pasión por una vida adecuada para las futuras generaciones.
He aquí un recuento de los esos momentos que se grabaron en la memoria y anidaron en el corazón al ritmo de la pirotecnia.
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