Mayo es el quinto mes del año, su nombre es muy corto, pero son muchas sus festividades, cada una con relevante importancia tanto conmemorativa laboral, política, social como cultural.
Hace unos días se celebró de manera comercial a las madres de todo el país y seguramente en cada hogar, se realizaron pequeñas o grandes reuniones familiares.
Mientras que el próximo lunes se festejará a los maestros por su loable labor a favor de la niñez y juventud de la sociedad, motivo por el que no habrá clases en ningún plantel educativo y los profesores tendrán distintos festejos, pues ambas fechas, nunca pasan desapercibidas.
Y si bien en la escuela se brinda una formación integral a los estudiantes, es en la casa donde los padres se convierten en sus primeros maestros al enseñarles con el ejemplo, que los valores son universales y no pueden ni deben perderse.
Los padres educan y los maestros forman y juntos logran que los niños y jóvenes se integren a la sociedad con las herramientas necesarias para enfrentar los cambios que el desarrollo científico y tecnológico trae consigo.
Es así como Daniel y Dalia se convirtieron en sólidos pilares de una familia que DA lo que tiene y lo hace de corazón, basándose en la humildad y el amor.
Son los padres de David, Darinel y Daniel, tres jóvenes que han llevado a la práctica lo que dentro de su hogar han aprendido. Actualmente David cursa sus estudios universitarios y apoya en las actividades que su papá realiza como parte del sostenimiento familiar.
Es un muchacho cuya humildad y sencillez se pone en manifiesto al ser ejemplo de sus dos pequeños hermanos.
Darinel está por concluir sus estudios secundarios y se ha convertido en un joven con metas sólidas a las que ha de llegar para consolidar sus ideas en las que vislumbra un futuro prometedor en beneficio de su familia.
Daniel, el más pequeño de los tres, un niño atento y cortés, este año concluye su instrucción primaria y ha logrado convertirse en uno de los mejores alumnos de su grupo.
Esta pequeña familia no está exenta de las dificultades que ofrece la vida misma, pero con bases firmes ha cimentado ese hogar que se construyó hace ya dos décadas y en el que se ha podido guiar a los hijos por el sinuoso camino que los está conduciendo al éxito.
Venciendo todo tipo de obstáculos y recibiendo una mano amiga en la que se han apoyado de la misma manera que ellos han apoyado a muchas personas más dentro de lo espiritual y material, pues saben que quien DA, como lo indica el principio de sus nombres, recibe de manera significativa. Daniel, Dalia, David, Darinel y Daniel, son una pequeña y sólida familia de diez.
Muchas felicidades por ser Dalia la madre y Daniel el maestro de estos jóvenes con valores y principios bien fundamentados.
Este sábado son protagonistas de las páginas digitales de Diario del Istmo y pudieron...
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