NAHLE: MALAS COMPAÑÍAS

La trágica muerte del empresario Daniel Flores Nava, CEO de Proyecta Industrial de México S.A. de C.V. –cuya avioneta se desplomó el viernes pasado frente a las costas del puerto de Veracruz tres minutos después del haber emprendido el vuelo–, vino a reabrir la cloaca de la refinería inconclusa de Dos Bocas a cargo de Rocío Nahle, la secretaria de Energía que aspira a suceder al gobernador Cuitláhuac García en 2024.

Desde que inició la construcción de este icónico proyecto del régimen obradorista en Paraíso, Tabasco, comenzaron a mencionarse muchas empresas relacionadas a la familia de Nahle y otras acusadas de corrupción, incluidas las vinculadas con el director de la obra, Leonardo Cornejo Serrano, un exdirectivo de Pemex involucrado el sexenio pasado en el escándalo de Odebrecht que actualmente tiene en prisión al exdirector general Emilio Lozoya.

Sorprendentemente, Nahle le encomendó el proyecto de la refinería a Cornejo Serrano, dueño de Ferraris y ligado a Lozoya Austin, a quien la actual titular de la Sener intentó abrirle como diputada federal un juicio político en la segunda mitad del sexenio del expresidente Peña Nieto, entre otras cosas por los sobornos de la transnacional brasileña.

Ahora, Cornejo ha asignado contratos al Grupo Huerta Madre, relacionado con la familia de Nahle, y la holandesa Van Oord, que fueron beneficiados con un contrato de 4 mil 900 millones de pesos para la conformación de plataformas y el dragado de la refinería. El esposo de la secretaria de Energía, José Luis Peña, un extrabajador jubilado de Pemex, ha sido señalado también como el verdadero operador de los contratos. Varios contratistas, proveedores y altos funcionarios de Pemex han filtrado a columnistas que la influencia del marido de la secretaria en la entrega de obra es escandalosa.

Entre otros proveedores de la refinería, cuyas empresas han sido señaladas también de corrupción, figura el empresario Juan Carlos Tapia Vargas, de Citapia. De la mano de la empresa Mexicana de Recipientes a Presión, cuyo nombre cambió a Proese, opera el contrato del Paquete 6 por 78 millones de dólares. También se relaciona con las sociedades Manufactura Especial y Proyectos Industriales y Grupo Constructor Industrial Oil & Gas.

Además del escándalo por la asignación de contratos, el presunto desvío de recursos y denuncias de corrupción, Nahle deberá responder por los sobrecostos de casi el doble del monto original de la refinería de Dos Bocas, presupuestado inicialmente en 8 mil millones de dólares. Hoy, con más de un año de retraso del plazo establecido en 2019, la secretaria de Energía está a contrarreloj para entregarle al presidente López Obrador el segundo de los cuatro proyectos prioritarios de su sexenio.

Sus adversarios al interior de Morena, que también aspiran a la gubernatura, ven complicado que la titular de la Sener logre salir airosa y a tiempo de este laberinto. Dentro de 40 días, a más tardar, se sabrá. Mientras tanto, el secretario de Gobierno, Eric Cisneros, el más avezado, sigue sin bajar su centenar de anuncios espectaculares y sin borrar su inmenso nombre pintado en miles de bardas.