Paula, joven peruana, sigue adelante en la búsqueda del llamado “Sueño de vida americano”, por lo que a pesar de las dificultades del viaje, ha logrado llegar a esta ciudad, donde espera tomar el tren para continuar rumbo al norte del país.
“Ya llevo ocho países para llegar aquí, la gente nos apoya, gracias por la comida que nos brindan”, citaba Paula, mientras que le daba una mordida a una zanahoria curtida que le habían dado con la comida un grupo de cristianos.
¿Comen picante en tu país?, “Claro, en el cebiche, la mejor gastronomía del mundo”, afirmaba Paula, sonriendo al recordar y citar a su país, del que tuvo que salir para tratar de buscar un mejor futuro.
Con una tortilla en la mano derecha, acompañaba la comida que momentos antes recibió, en compañía de otras mujeres venezolanas que se acercaron a las unidades donde las repartían bajo el puente de la Avenida Uno.
“Seguimos, vamos al norte, a los Estados Unidos, mira que para cruzar ya ocho países, ya es poco lo que falta para llegar y no paramos, hay que darle, buscar para trabajar, lo vamos a lograr”, agregaba, mientras tomaba otro bocado de la comida recibida.
Al igual que Paula, procedente de Perú, habían otras personas, la gran mayoría, venezolanas que viajaban en familia, tratando de llegar a los Estados Unidos, sin importarles las acciones que están aplicándose en la frontera norte para impedir que ingresen al país gobernado por Donald Trump.
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