Fallece "El Peso"; conocido personaje del Palacio Municipal de Coatzacoalcos

“Una moneda amigo”, “Un peso”, son frases que ya no se escucharán más en el Palacio Municipal de Coatzacoalcos, con Fidel Gastón Ramos Ricárdez, el célebre ‘Peso’, quien falleciera este martes.

De baja estatura, tez blanca, ojos azules, gorra, mochila y con el uniforme del partido en turno, así es como era común ver al ‘Peso’ no sólo en el Palacio Municipal, sino en las calles de la colonia Centro.

Fidel se hizo popular gracias a la frase que lleva su apodo, con la que ‘irrumpía’ las entrevistas para luego pedir un peso al entrevistado en turno y después arrancar las carcajadas de los ahí presentes.

No importaba si fuera el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN), Movimiento Ciudadano (MC) o Movimiento Regeneración Nacional (Morena), pues ‘El Peso’ siempre portaba sin distingos las playeras de la fuerza política que fuera.

‘El Peso’ siempre se encontraba en primera fila en cuanto mítin hubiera, por lo que se ganó a pulso ser uno de los personajes más icónicos de Coatzacoalcos, especialmente en el ambiente político.

“Lamento mucho no poder estar presente en este momento, pero en mi corazón te llevo, tendría muchísimas anécdotas que contar, pero uff no acabaría. Sin duda el personaje más activo políticamente y más conocido que muchos que han ejercido cargos importantes; afortunadamente pudimos compartir mesa, celebrar tu cumpleaños, buscarte casi en Alerta Ámber por no llegar a casa a dormir un día de Expo Feria en el 2018 y hasta sobrevivir a una pandemia”, fueron las palabras con que la periodista, creadora de contenidos y activista Martha Herrera recordó a Fidel Gastón.

‘El Peso’ tuvo su domicilio cerca de la Carretera Ancha, sólo le sobreviven su padre y su hermana, ya que su madre falleció hace algunos años.

Trascendió que su deceso fue a causa de un infarto; ahora el Palacio Municipal y las calles del Centro extrañarán no sólo su andar, sino su peculiar manera de hablar y de pedir un peso.

¡Descansa en Paz Querido Peso!