Los solventes, la cocaína y la marihuana dejaron de ser las drogas más consumidas por los jóvenes adolescentes, quienes hoy en día solo invierten la cantidad de 50 pesos para adquirir la suficiente cantidad de “cristal” con efectos que duran de tres a cuatro horas.
De acuerdo a Gómez, integrante del centro de Drogadictos Anónimos AC “La Promesa” en Coatzacoalcos, expuso que nueve de cada diez jóvenes que hoy en día se encuentran en rehabilitación consumían el “cristal”.
“Son nueve personas que consumen cristal, del uno al diez que ingresa al centro de rehabilitación, hemos notado que el precio, la facilidad de conseguirlo, se lo llevan hasta su casa, por 50 pesos, se consiguen una dosis que puede durar aproximadamente 3 o 4 horas”, comentó.
El entrevistado mencionó que, ante la facilidad de adquirir este narcótico, muchas de los veces, quienes la consumen, se arman de valor, se sienten seguros y nada les importa, por lo que se atreven a cometer actos ilícitos.
“En mi caso, esa euforia que yo sentía, esa energía falsa, me daba valor, seguridad, era como improvisar en la vida y es lo que hace, que nosotros recurramos a esa sustancia, la facilidad y el precio que tiene”, mencionó.
Parte de los efectos que provoca el cristal es la pérdida del apetito, ansiedad, diarrea, vomito, alucinaciones y falta de sueño, por lo que siempre se encuentran alterados y con reacciones poco agresivas.
“Puede causar dolor de cabeza, ansiedad, dolor de pecho, dilatación de pupila, cambios de humor, calambres, diarrea, vomito, náuseas, falta de apetito, corto del sueño, alucinaciones, ataques de pánico, psicosis, delirios, puedes quedar hasta en coma, taquicardia, arritmia cardiaca”, dijo.
El consumo de cristal puede causar efectos negativos graves en la salud, tales como psicosis, agresividad, deterioro cognitivo y físico, adicción severa, problemas cardiovasculares y daño cerebral.
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