Enero de año nuevo llegó enseguida, y ahora tu tarjeta de crédito está al reventar.
| 2023-01-05
| Norberto García
Lamentablemente, en muchos círculos, la temporada festiva conlleva un afán de regalar, estrenar, presumir… comer y beber. Esto conduce a que surjan gastos extraordinarios, que si no saldamos pronto se pueden multiplicar fácilmente. Enero llegó enseguida, y ahora tu tarjeta de crédito está al reventar.
Si bien es preciso hacer un plan de acción para saldar lo más pronto posible, lo idóneo es utilizar esta realidad como una oportunidad de crecimiento, para hacer un cambio de hábitos y controlar esas tres emociones que impulsan a comprar sin mesura:
Entusiasmo. Pero mal administrado, desbordado, exaltando el ánimo por adquirir sin un filtro de razón. La sensación de adrenalina es una poderosa herramienta de marketing. Antes de ir de compras, respira hondo, profundices y haz una lista, lo que realmente necesitarás o regalarás. Al dinero ponle nombre y apellido. Saber de dónde viene y a dónde se va, es la clave con la que aprendes a controlarlo.
Felicidad. La misma que otorga el llamado espíritu navideño comercializado: “Serás feliz si tienes…”, “serás feliz si adquieres…”, serás feliz si regalas esto y no aquello...” Entre más grande y costoso sea el presente, mayor gozo habrá. ¡Falso! Recuerda la máxima: la felicidad viene en pequeños frascos; en el detalle lograrás una dicha plena. ¿Cómo te sientes ahora con tantas deudas? Mantenlo en mente para que no caigas en lo mismo en las próximas fiestas.
Sentimiento de aprobación. Al pertenecer a un grupo, la mayoría busca sentirse valorado, y esto significa gastar para lucir de cierta forma o que vean que no escatimas en regalarle lo mejor a él o ella. Erróneo recurso para “lograr” aceptación, compañía, lealtad y amor.
Para la próxima temporada de fiestas, amortigua tus emociones, no decidas por impulso, sino que pasa ese deseo de ¨aprovechar las ofertas¨ por un procesamiento racional y analítico; lleva cabo esa compra bajo un certero análisis de costo y beneficio. Recuerda que menos es más.