Si eres de los que te vas a dormir y dejas tu teléfono cerca, mucho ojo, pues esto puede afectar negativamente la calidad tu sueño.
¿Por qué?
La luz azul, emitida por pantallas de teléfonos inteligentes, tabletas, incluso los televisores, puede interferir con la producción de melatonina, una hormona que ayuda a regular el ciclo del sueño.
El teléfono puede ser una distracción para muchas personas, especialmente cuando se utiliza para navegar por las redes sociales, jugar videojuegos o ver videos. Sin embargo, estas actividades pueden mantener el cerebro activo y dificultar la relajación necesaria para dormir.
Además, tener el teléfono cerca puede también aumentar el estrés y la ansiedad, ya que muchas personas se sienten obligadas a estar disponibles las 24 horas del día, incluso durante el tiempo de sueño. Los mensajes, notificaciones y llamadas pueden interrumpir el sueño.
Es posible que el teléfono emita ondas electromagnéticas que pueden interferir con el sueño. Aunque la investigación al respecto aún es limitada, algunos estudios sugieren que la exposición a estas ondas puede afectar el ritmo del sueño y aumentar la frecuencia de despertares nocturnos.
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